En el marco del 17° Encuentro de Profesores en Geografía del NEA, investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) se refirieron a la situación actual de tres enfermedades prevalentes del NEA como lo son dengue, chagas y la paracoccidioidomicosis.
Señalaron la necesidad de fortalecer acciones preventivas y de detección, y en particular la atención de poblaciones más vulnerables a estas enfermedades.
DENGUE
Sobre la situación del dengue, la investigadora del Área de Entomología del Instituto de Medicina Regional de la Unne, Marina Stein explicó que en la región NEA el dengue tiene un patrón «no endémico», es epidémico con interrupción de circulación viral en determinados momentos del año.
Recordó que es erróneo decir que no hay Aedes Aegypti en invierno, «lo que no hay son ejemplares en su etapa adulta que son los que pueden transmitir el dengue, porque las temperaturas bajas eliminan los ejemplares adultos, pero sí están en etapa de huevo y sobreviven en esas condiciones, lo que no hay es circulación viral».
En la Argentina, durante la pandemia hubo 58 mil casos confirmados por laboratorio de tres serotipos distintos, que marcó un récord para el país. Respecto a cuáles son las causales de la reemergencia de la transmisión del virus dengue en Argentina, y en particular en la región NEA, Stein señaló que se conjugan una serie de factores como la cuestión climática; pobreza extrema; crecimiento poblacional sin precedentes; y urbanización no planificada.
Aclaró que no se debe asociar dengue a ciclos de lluvias, ya que el Aedes Aegypti, por ser marcadamente urbano y domiciliario, utiliza también distintos tipos de recipientes que no provienen de la lluvia. Existen numerosas localidades del país que no reciben agua corriente de red o su frecuencia es intermitente, entonces deben obligadamente almacenar aguas en recipientes para diferentes usos.
CHAGAS
En el caso de la situación actual de la enfermedad de Chagas, transmitida por el parásito Trypanosoma cruzi, el investigador del Laboratorio de Genética y Biología del Instituto de Medicina Regional de la Unne, Horacio Lucero explicó que la región Nordeste, con Chaco, Santiago del Estero y Formosa en mayor medida, se ubican entre los lugares que no lograron resolver el problema del chagas.
En la Argentina, el control de chagas se realiza a través del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud que tiene su enfoque en disminuir su transmisión por otras vías de transmisión como de madre a hijo.
«Los niños tienen una altísima probabilidad de cura, por lo que es una gran deuda no detectar a niños que tienen altas chances de cura», sostuvo. Consideró necesario poner todos los esfuerzos científicos y de salud pública para acceder a las poblaciones vulnerables, sobre todo en niños. «Debemos ir a buscarlos, hacer métodos de tamizaje para identificar a los infectados, y poder accionar con tratamientos que son gratuitos a través del sistema de salud pública».
PARACOCCIDIOIDOMICOSIS (PCM)
Por último, el investigador del Departamento de Micología del Instituto de Medicina Regional (IMR-Unne), Gustavo Giusiano se refirió a la actualidad de la Paracoccidioidomicosis (PCM), una enfermedad causada por Paracoccidioides, un hongo presente en el ambiente que el organismo humano lo adquiere por inhalación.
«Esta enfermedad es una problemática en el NEA argentino desde hace mucho tiempo y adquirió mayor importancia en los últimos años», manifestó y agregó que aunque se trata de una enfermedad descubierta hace más de 110 años, «hay muchos temas pendientes en su abordaje y se ha transformado en una prioridad regional».
Explicó que una vez que el hongo Paracoccidioides llega a las personas desde el ambiente, por inhalación, puede permanecer por años incluso décadas en el organismo hasta producir la enfermedad cuando se vea favorecida por algún factor del hospedador.
Si una persona no está en un estado inmunológico óptimo, puede desarrollar la forma aguda o subaguda, de mayor severidad, que produce signos y síntomas multiorgánicos, con mayor compromiso y que incluso puede llevar a la muerte. Se trata de una enfermedad invalidante e incapacitante, que genera jubilaciones prematuras.
Desde el IMR-Unne investigaron sobre las anomalías climáticas globales o locales que podrían favorecer la supervivencia del hongo causante de PCM, y un primer factor es el Fenómeno del Niño que genera un aumento de lluvias, lo que favorece el desarrollo de este hongo. Además, hay acciones humanas que también impactan sobre la naturaleza como la deforestació, favoreciendo la inhalación del hongo.