Los incendios y la sequía en la región golpearon a los productores del noreste provincial. Ahora, la falta de stock de combustible no les permite recolectar las pocas hectáreas de hoja que sobrevivieron.
El año 2022 no ha comenzado de la mejor manera para el sector yerbatero. Al contrario, la falta de lluvias y los incendios que azotaron la región dejaron un panorama muy poco alentador a los productores de la zona.
Muchos de ellos han perdido miles de hectáreas de materia prima a causa de la falta de precipitaciones en la región. Algunos pequeños productores de yerba mate vieron secarse el cien por ciento de sus producciones, por lo que hoy no tienen resto para afrontar el desafío de los próximos meses.
Si bien los incendios tuvieron implicancias sobre el sector, lo que más ha afectado a los productores de yerba mate ha sido la prolongada sequía.
El referente de la Cooperativa Colonia Liebig y exdirector del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Esteban Fridlmeier, aseguró que la sequía por sobre los incendios afectó "catastróficamente" a los cultivos de yerba mate.
"La producción de Corrientes se vio perjudicada entre un 50 y 60 por ciento. Las plantas de los yerbales viejos resistieron a las condiciones climáticas, pero las que murieron son las más chicas. Estas a partir del tercer y cuarto año empiezan a producir hojas aptas para la industrialización", explicó a época.
Fridlmeier le atribuyó a las olas de calor, registradas en enero, ser "el tiro de gracia" para la producción local.
"Hasta las plantaciones que se iniciaron en 2019 tuvieron muchas bajas y su costo reposición es extremadamente alto", remarcó el referente yerbatero.
Sin combustible
Como si todo esto fuera poco, ahora la falta de combustible (sobre todo de gasoil) en muchos puntos del país también se suma a la lista de inconvenientes que tiene el sector para poder llevar adelante su trabajo.
El combustible es un insumo esencial en el rubro para poder llevar adelante la cosecha de la hoja verde, tal como ocurre en otros lugares del país (como la región pampeana), donde las cosechas de los diferentes productos no se pueden iniciar a falta de oferta de gasoil.
En este sentido, el productor yerbatero de colonia San Horacio (municipio de Garruchos, en el extremo noreste de la provincia), Nelson Dalcolmo, dialogó con Radio Dos y sostuvo que "la situación del sector hoy por hoy es preocupante".
"La yerba mate hoy es un producto perecedero, no podemos dejar que pase mucho tiempo en la planta sin cosechar porque la materia prima comienza a perder calidad y después el producto se echa a perder", señaló el productor.
"Hoy la faltante de gasoil es un problema que afecta y mucho, sobre todo a los pequeños productores, porque somos los que no podemos conseguir el insumo para comenzar a cosechar" dijo.
Agregó que "los grandes productores hoy no tienen tanto ese inconveniente porque en muchos casos son propietarios de estaciones de servicios o bien tienen la posibilidad de acopiar y almacenar el combustible que necesitan para llevar adelante la cosecha".
"Hoy fuimos a cargar combustible al pueblo y no había stock en ninguna de las dos empresas, de hecho, apenas llegamos a la estación con el gasoil de la camioneta, y tuvimos que esperar hasta las ocho de la noche para que las estaciones reciban el combustible y poder cargar nuestros vehículos y además llevar para la cosecha", relató.
A esta situación, Dalcolmo indicó que la demanda crece aún mas en zona de frontera, ya que los camioneros de los países vecinos aprovechan la diferencia de precio para cargar combustible en el país.
"Hay lugares donde nos encontramos con más de un centenar de camiones de nuestro país y de países vecinos que vienen a cargar combustible, aprovechan que en nuestro país sale mas barato y cargan acá, eso también nos acota mucho la posibilidad de poder acceder a un producto que de por sí ya está escaseando", dijo.
"La situación que estamos viviendo en este momento es histórico, nunca antes habíamos tenido una faltante de combustible de estas características, siempre tenemos algún momento del año o previo a la cosecha donde se percibe una faltante pero a las pocas horas las estaciones vuelven a tener producto y lo venden sin ningún problema, pero esta realidad de tener que esperar días para poder cargar combustible no lo hemos vivido nunca en nuestra vida", aseveró el productor.
En el mismo sentido, Dalcolmo volvió a insistir en la problemática y aclaró que no sólo afecta a la producción y a la cosecha, sino que además afecta a la vida misma de muchas familias de la región.
"Acá muchas familias tienen vehículos particulares que son impulsados a gasoil, es decir, que esto también afecta a la movilidad diaria, al día a día de muchas personas", indicó Dalcolmo.
Además, a todo esto hay que sumarle las pérdidas que ya sufrió el sector y el tiempo que demandará reponer las mismas. En este sentido, Dalcolmo sostuvo que "las pérdidas no se recuperan de un mes para el otro, la planta necesita su tiempo, la tierra también, y esos procesos no tardan días ni semanas, tardan años".
Comentó que "las pocas plantas que quedaron en pie están muy deterioradas y de a poco se van reponiendo, pero no van a comenzar a dar fruto para la próxima campaña". "Imaginando que uno tiene que reemplazar la planta y volver a empezar el proceso, hay que tener en cuenta que durante el primer año prácticamente no se saca nada de esa planta, porque está en un proceso de crecimiento, se la debe cuidar y preparar para cuando realmente pueda dar hoja verde", agregó.
Al ser consultado por cuánto tiempo le demandará recuperarse de los daños ocasionados durante los primeros meses del año, Dalcolmo afirmó que "estos procesos tardan entre cuatro y cinco años para reponerse, y en ese tiempo hay familias que no tienen otras opciones para vivir, el cultivo de la yerba mate es su único ingreso familiar, y viven del dinero que cobran en cada tiempo de cosecha, lo que se le paga por la materia prima que vendieron es el único sustento que tienen a lo largo del año, y esa es la preocupación".
"Pedimos una audiencia con el gobernador Valdés para plantear esta situación y todavía no hemos tenido una respuesta, pero necesitamos planificar junto al Gobierno una política de acompañamiento a los productores que sea de largo plazo, porque esta problemática no se termina en el tiempo de cosecha o de un año para otro", finalizó el referente del sector yerbatero.