La iniciativa estuvo impulsada por la pastoral juvenil de la parroquia Nuestra Señora de Itati. La misión tuvo lugar en la zona del basural, barrio Devoto 2 y el ex vertedero, en Paraje La Soledad, perteneciente a la parroquia. Un grupo de 35 jóvenes misioneros, el párroco y dos seminaristas del Seminario Interdiocesano la Encarnación, participaron de la misión que se llevó a cabo del 5 al 10 de enero. Los jóvenes misioneros integran los grupos “Alma Misionera “y el grupo “Emaús”.
Acompañados por el padre Juan Carlos Mendoza, vicario general de la Diócesis de Goya, la misión fue impulsada por los grupos de jóvenes quienes agradecieron a Dios “por estos días, en los que hemos podido experimentar la alegría de ser comunidad”.
Además de visitar a cada una de las familias, que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad y pobreza, los jóvenes misioneros tuvieron encuentros de formación sobre la Bula del Papa Francisco sobre el Jubileo 2025.
La Bula “Spes non confundit” presenta 25 puntos clave, divididos en cinco secciones: “Una palabra de esperanza”, “Un camino a la esperanza”, “Signos de esperanza”, “Llamamientos a la esperanza” y “Anclados en la esperanza”. Unos puntos que reflejan los deseos e invitaciones del papa Francisco para este Año Santo Santo.
En los centros de misión realizaron actividades recreativas con los niños, compartiendo la merienda con juegos y la entrega de obsequios.
Un fogón misionero con todas las familias que fueron visitadas constituyo un verdadero encuentro fraternal en la misión, porque, también estuvieron presentes los integrantes de la comunidad parroquial.
“Es nuestra intención que esta misión no termine con el cierre, sino que sea el inicio para lograr una mayor inserción en esa zona de la parroquia” señaló el seminarista Lucas Manchini de la Diócesis de Goya que estuvo misionando acompañado por el seminarista Ivan Pighin de la Diócesis de Reconquista.
Destacó que el Papa Francisco los alentó “a ser signos de esperanza, especialmente para los más necesitados, como los pobres, refugiados, jóvenes, presos y ancianos”.
Los misioneros se alojaron en la Escuela 717 “Obispo Alberto Devoto”, que se encuentra contigua a la capilla Nuestra Señora de los Dolores, en el paraje Soledad.
La comunidad parroquial agradeció a todas las personas que donaron mercaderías y elementos de limpieza par llevar adelante la misión.
