El presbítero Boris Javier Escobar Sejas, párroco de La Rotonda, presidió una misa en acción de gracias en el puerto exterior de Goya, al cumplirse los 288 años de la fundación de la Congregación del Santísimo Redentor, que fue la respuesta que san Alfonso dio a Jesús ante la llamada de los pobres. El 9 de noviembre de 1732, en su querida Scala, fundó la Congregación del Santísimo Redentor. Concelebro el presbítero Carlos Córdoba csr.
En la celebración litúrgica que fue transmitida en directo por las redes sociales, en cumplimiento del protocolo de distanciamiento social y obligatorio por la pandemia, la misa pudo seguirse por los medios digitales de comunicación social.
HOMILÍA
Al reflexionar sobre el Evangelio del día planteó que “Jesús enseña que su casa es casa de oración y, no un lugar de comercio” y donde Jesús demuestra “que el verdadero templo es cada hombre y, no hay que manchar cada templo, que es la vida de cada ser humano” aseguró el presbítero Boris Sejas.
Remarcó que Jesús dice “no enseñen el mal sino el bien, no tuercen los caminos de Dios, no desfiguren la Palabra de Dios, no deformen las cosas santas y, de alguna manera, nos dice no engañen al hombre”.
Recordó más adelante que San Alfonso “hace 288 cuando estaba en Scala, donde había gente que no tenía muchas posibilidades de ir a los templos e Iglesias, entendió que el Evangelio tenía que traducirse para todas esas personas. Que la Palabra de Dios debía comunicarse, anunciarse y hacerse entender en todas las personas de ahí y de las montañas, en los campos y en los lugares más alejados, donde la gente podía estar más olvidada y abandonada” relato.
“San Alfonso quiso poner un signo. Ese signo fue la familia redentorista: hombres y mujeres que quieran llevar la divina Palabra de Jesús a los últimos rincones” remarcó.
El sacerdote redentorista al finalizar su predicación en este día de aniversario, pidió a los feligreses “acompáñenos a decir a Dios que estamos contentos y que le agradecemos a por la vida de esta gran familia redentorista, la vida misionera hacia los más sencillos”.
San Alfonso en Scala, había comprendido que los pobres se encontraban solos, no tenían a nadie que los ayudará estaban totalmente abandonados.
Los misioneros redentoristas continúan el carisma de Alfonso en la Iglesia y en la sociedad.
“Los redentoristas son apóstoles de fe robusta, de esperanza alegre, de ardiente caridad y celo encendido. No presumen de sí y practican la oración constante. Como hombres apostólicos e hijos genuinos de san Alfonso, siguen gozosamente a Cristo Salvador, participan de su misterio y lo anuncian con la sencillez evangélica de su vida y de su palabra, y por la abnegación de sí mismos se mantienen disponibles para todo lo arduo a fin de llevar a todos la redención copiosa de Cristo” (Constituciones redentoristas n. 20).