El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramon Canecin, presidió el martes 8 de diciembre la celebración eucarística en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María en la Iglesia catedral Nuestra Señora del Rosario, cerrando el Año Mariano Nacional, la apertura del jubileo por lo 60 años de la creación de la diócesis de Goya y, la renovación de la Consagración al Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María, con ocasión de la defensa de las Dos Vidas, empleando la oración Tiernísima Madre de Itati.
En su homilía, el obispo dijo: “Vamos a renovar nuestra consagración a María de Itati pidiendo por la vida", en este momento donde "la vida está amenazada, muy amenazada, por ideologías foráneas o por obsecuencia de gente de adentro, por intereses que van y vienen, por promesas y palabras que se dan, vaya uno a saber a quienes y, dicen que hay que cumplir, posiblemente, a los que prestan dinero al país, pero la promesa no han hecho al pueblo, no han hecho a los pobres ni al común de los ciudadanos." aseguro.
Continuó remarcando que "el Pueblo de Dios, que peregrina en la Diócesis de Goya, en comunión con la hermana arquidiócesis hermana de Corrientes y la Diócesis de Santo Tomé, desea concluir el Año Mariano Nacional y dar apertura al Año Jubilar Diocesano y, a la vez renovar hoy su Consagración a la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí", para expresar así "la inmensa valoración por la vida desde su concepción hasta su muerte natural que tiene la sabiduría del pueblo correntino ”.
"Porque la vida humana está nuevamente amenazada por un nuevo proyecto de legalización del aborto, -continuo diciendo- recurrimos con toda confianza a la tierna y maternal protección de María de Itatí, para suplicarle que en nuestro país se asegure a todos el derecho a vivir y que ese derecho continúe siendo respetado en nuestra legislación" planteo el obispo.
El obispo goyano remarco: "Queremos defender la vida con claridad, firmeza y pasión, junto a todos aquellos que luchan diariamente para salvar, contener, acompañar, sanar, toda vida humana. Estamos convencidos de que cuidarnos y cuidar a otros, sin excluir a nadie y atentos a los más débiles, estaremos curando heridas, superando grietas, y afianzando el camino hacia un verdadero encuentro de hermanos".
"Sabemos que la Virgencita atiende con amor de madre las súplicas de sus hijos, por eso nos consagramos a Ella, le confiamos nuestras angustias y preocupaciones, y le suplicamos a su Divino Hijo Jesús que aumente nuestra fe, fortalezca nuestra esperanza, y nos dé sabiduría para cuidarnos unos a otros" expreso en el momento de la consagracion dirigiendo la mirada a la Madre y Patrona de los Correntinos.
Pidió a "Dios Padre, fuente de la Vida y creador del universo, mientras agradecidos por el Año Mariano Nacional, te pedimos humildemente que recibas la consagración que nuestro pueblo que confía a tu infinita misericordia por bajo su maternal protección, que toda vida humana sea amada, cuidada y respetada desde la concepción hasta su muerte natural, y nos veamos libres de todo peligro del alma y del cuerpo" entre otros conceptos.
MADRE
El momento culminante marco la participación de una joven madre embarazada, muy próxima al momento de dar a luz a su hijo, como signo de defensa a la vida, rezo de pie la Oracion por la Vida de San Juan Pablo II, frente a la imagen de la Tierna Madre de Itati.-