Fue tras la homilía durante en el Tedeum del 25 de mayo: “Necesitamos saber la verdad, no podemos asociar a Curuzú con impunidad y muerte", dijo el cura párroco de la localidad.
"No puedo no referirme al caso de Griselda Blanco, que conmocionó a toda nuestra ciudad, con repercusiones nacionales; es un hecho que nos duele a todos los curuzucuateños. A la justicia le queda la enorme responsabilidad del esclarecimiento. Necesitamos saber la verdad, no podemos asociar a Curuzú con impunidad y muerte", remarcó el cura párroco Ariel Giménez.
"Pidamos en esta celebración, en este momento de oración, pidamos juntos al Espíritu Santo para que guie a todos los que trabajan en la investigación, para que sean conducidos a la verdad". A lo que agregó: "Queridos hermanos, necesitamos seguir sembrando y cultivando los valores. Aquellos valores que distinguieron a nuestro pueblo, pero para eso no tenemos que cansarnos de sembrar y no solamente sembrar, después cuidar, cultivar esos valores que distinguieron a nuestro Curuzú Cuatià. Un pueblo bendecido por nuestra Madre del Pilar, primer pueblo patrio fundado por Belgrano, una ciudad donde todos nos conocemos, lleno de gente sencilla, solidaria, donde existe todavía el buen día, el cómo amaneció, el mbaepa chamigo".