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AfD busca bloquear la coalición de Merz a través del Tribunal Constitucional

El acuerdo preliminar de gobierno entre el conservador Friedrich Merz y los socialdemócratas pasa por una reforma constitucional para la que no tiene la necesaria mayoría de dos tercios en el Bundestag. Se trata de liberar el freno a la deuda pública para el gasto en Defensa. Para sortear este obstáculo, se ha convocado una sesión parlamentaria el 17 de marzo, antes de que se constituya el nuevo Parlamento que emana de las elecciones del pasado 23 de febrero, en la que espera aprobar esa reforma con ayuda también de Los Verdes.Esta inusual maniobra ha sido denunciada ante el Tribunal Constitucional por el segundo partido más votado y nuevo líder de la oposición, Alternativa para Alemania (AfD) , una demanda de 85 páginas en la que sus abogados argumentan que la convocatoria del antiguo Bundestag es formalmente nula. Alegan que los grupos parlamentarios no tienen derecho a presentar una solicitud para convocar el Bundestag en virtud del artículo 39 de la Ley Fundamental.En su lugar, tendría que haber solicitudes concretas y firmadas a mano por al menos un tercio de todos los parlamentarios. Además, en opinión de la AfD, el antiguo Bundestag ya no tiene la legitimidad democrática para decidir sobre cosas tan importantes como las enmiendas constitucionales, cuando hace tiempo que se eligió un nuevo parlamento con otras mayorías. Convocar el antiguo Bundestag viola ahora los derechos de los nuevos diputados, llama la atención la denuncia.Noticia Relacionada estandar Si La falta de soldados y su alta edad media, los puntos débiles del Ejército alemán Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín «Son cifras enormes que nos obligan a hablar del reclutamiento obligatorio»AfD no es la única parte que ha acudido al Constitucional a intentar parar esta reforma. También el partido minoritario Die Linke (La Izquierda) ve una violación de los derechos de los nuevos parlamentarios y exige que, tan pronto como el Comité Electoral Federal determine oficialmente el resultado de las elecciones, el nuevo Bundestag debe ser convocado inmediatamente si realmente hay que decidir algo por vía urgente.Este partido está representado en el antiguo Bundestag con solo 28 escaños, pero en el nuevo con 64. Su objetivo político es tener voz en la toma de decisiones y revertir por completo el freno de la deuda o, al menos, reformarlo de manera integral . Junto con estas dos demandas, se han presentado un total de seis quejas ante los jueces de Karlsruhe, que podrían optar por medidas cautelares.«El actual freno de la deuda no forma parte del núcleo eterno de la Ley Fundamental y puede ser abolido, modificado o complementado con fondos especiales u otras herramientas», explica Reinhard Müller , responsable de «Estado y Derecho» del medio \'Frankfurter Allgemeine\', que cree por ello que el Constitucional no asumirá estas reclamaciones. Recuerda además que la transición del antiguo Parlamento al nuevo Parlamento está regulada por el párrafo 2 del artículo 39 de la Ley Fundamental y sólo establece que el nuevo Bundestag se reunirá «a más tardar el trigésimo día después de las elecciones».A la espera de que el Constitucional se pronuncie, el asunto podría entrar a debate este miércoles y ser votado la semana siguiente. Y cabe anotar que esta estrategia está causando también gran desencanto entre los votantes de Merz . La coalición semáforo de Olaf Scholz cayó y forzó la convocatoria de elecciones anticipadas precisamente porque el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner , se negó a flexibilizar el freno a la deuda. Durante la campaña electoral, Merz triunfó con la frase «Quiero hacer política para la mayoría de la población, que tiene todas las tazas en el armario», en referencia a los votantes que no ponen su taza a la espera de subsidios y que desean un recorte del desorbitado gasto público. Su campaña se ha basado en la intención de poner orden en las cuentas públicas y el hecho de que, antes incluso de ser investido canciller, sea él mismo el que está levantando el freno a la deuda sin esperar a que se constituya el parlamento, ha desperado un movimiento de silenciosa protesta dentro de su partido, la Unión Cristianodemócrata. En el patio de la Casa Konrad Adenauer, en el centro de Berlín, se amontonan en varios contenedores las tazas enviadas por correo de miles de militantes, que reprochan así este cambio de planteamiento.Por parte de la Asociación de Contribuyentes, se ha criticado esta iniciativa y se ha exigido a Merz una reducción de gasto público por medio de la reducción de miles de empleos en la Administración, que han aumentado drásticamente en los últimos diez años. El presidente de la asociación, Reiner Holznagel , se queja de que «uno de cada tres puestos de trabajo en los ministerios federales debería estar seriamente en juego» y sugiere que «el número debe caer del nivel actual de poco menos de 30.000 a 20.000 en el futuro». Holznagel se ha mostrado decepcionado por la intención de Merz de reformar el freno a la deuda, que considera una «garantía para el contribuyente» y subraya que «CDU y SPD no dicen nada sobre una reforma de la Administración en su acuerdo».

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