Un grupo de \'hackers\' vinculados al Gobierno chino se infiltró en las redes de al menos tres importantes proveedores de telecomunicaciones de Estados Unidos, en lo que parece ser una operación de espionaje destinada a obtener información sobre sus objetivos de vigilancia. Las empresas afectadas incluyen a AT&T, Verizon y Lumen, según informaron funcionarios de seguridad nacional de EE.UU . La operación, conocida como «Tifón de Sal», aprovechó fallos de seguridad para acceder a datos sensibles, incluyendo posiblemente información sobre solicitudes federales de intervenciones telefónicas autorizadas judicialmente. Aunque los investigadores no han determinado el alcance total de la infiltración, se teme que pueda tener serias repercusiones para la seguridad e inteligencia nacional.El diario \'The Wall Street Journal\' reveló la existencia de esa red, y el \'Washington Post\' añadió más información que fue confirmada por el Ejecutivo estadounidense el lunes. A pesar de los repetidos informes sobre la interferencia rusa, la Casa Blanca considera que China representa un desafío aún mayor debido a su sofisticación tecnológica. Tanto las administraciones de Trump como de Biden han coincidido en que China es la principal amenaza para las infraestructuras de telecomunicaciones y seguridad energética de EE.UU.Este ciberataque se produce en un momento crítico para las relaciones entre Washington y Pekín, en medio de tensiones por la soberanía de Taiwán. China ha negado su implicación, calificando las acusaciones de EE.UU . como «desinformación» creada para justificar más fondos y contratos en seguridad. Este incidente se suma a una serie de ataques atribuidos a China contra infraestructuras críticas en EE.UU., como redes de agua, energía y telecomunicaciones. El temor en el Congreso de EE.UU. es que China pueda interferir en estos sistemas clave en caso de conflicto.Noticia Relacionada estandar Si La red rusa que investiga el FBI usa la crisis migratoria para avivar el populismo en España David Alandete | CORRESPONSAL EN WASHINGTON El objetivo manifiesto, según los documentos que revela ABC, es apoyar a extremistas como en AlemaniaEl 18 de septiembre, el Departamento de Justicia de EE.UU. anunció que desmanteló una red de bots (ordenadores que operan de forma automática) llamada «Tifón de Lino», operada por la empresa china Integrity Technology Group. Los \'hackers\' infectaron dispositivos en todo el mundo para controlar redes de cámaras y realizar actividades de espionaje. Incluso intentaron atacar al FBI cuando este comenzó a investigar, utilizando un ataque de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) para intentar colapsar sus servidores. Sin embargo, el ataque no tuvo éxito.El FBI tomó el control de la red, que incluía cientos de miles de dispositivos \'hackeados\' que informáticos supuestamente vinculados al Gobierno chino utilizaban para controlar en parte la infraestructura crítica de EE.UU. y otros países, como centrales eléctricas o mandos aeroportuarios. Amenaza a áreas sensiblesSegún dijo entonces el director del FBI, Christopher Wray, esta red, conocida en jerga técnica como \'botnet\', podría haber sido utilizada para ataques cibernéticos dirigidos a agencias gubernamentales o grandes empresas estadounidenses. Aunque el ataque fue impedido, esta operación pone de relieve, para el FBI, la continua amenaza cibernética que China representa para EE.UU., en especial en áreas sensibles como las telecomunicaciones y la seguridad nacional.Uno de los principales objetivos de los hackers de esta nueva red, «Tifón de Sal», era obtener información sobre las solicitudes de intervención telefónica aprobadas por tribunales estadounidenses. Con esto, China podría saber a quiénes estaba espiando EE.UU. y si sus propios agentes o colaboradores estaban siendo monitoreados. Esta infiltración plantea una grave preocupación para las autoridades de inteligencia.Un edificio blanco de dos plantas en Shangái es la supuesta base de los \'hackers\' del Ejército chino ReutersVerizon, una de las empresas afectadas, ha instalado una sala de crisis en Ashburn, Virginia, donde trabaja junto al FBI, Microsoft y Google para responder al ataque. Los \'hackers\' lograron extraer datos reconfigurando \'routers\' Cisco, dispositivos clave en la gestión del tráfico de datos en redes seguras, lo que ha generado dudas sobre la seguridad de estos equipos. Funcionarios de seguridad confirmaron que existen indicios de que los sistemas de llamadas telefónicas también fueron intervenidos. El presidente Joe Biden ha sido informado de la situación, y las investigaciones continúan para determinar el alcance de la filtración.Sin comentariosVerizon, AT&T y Lumen aún no han comentado oficialmente nada sobre el incidente, mientras que China ha rechazado cualquier responsabilidad, afirmando que los ataques podrían ser obra de delincuentes independientes, pero no de su gobierno.EE.UU. suma años de intentos de restricción de la tecnología china, con apoyo de los dos partidos. La Casa Blanca ha impuesto restricciones duras sobre el desarrollo de la tecnología 5G con partes chinas, principalmente relacionada con la posible influencia de su gobierno en empresas como Huawei, alegando que podrían representar un riesgo para la seguridad nacional. Washington teme que el uso de infraestructura 5G china facilite el espionaje y permita a Pekín acceder a datos sensibles o interrumpir servicios críticos. Esto ha llevado a restricciones y sanciones, y a una campaña para convencer a sus aliados de evitar el uso de tecnologías chinas en sus redes de telecomunicaciones, señalando riesgos de ciberespionaje y vulnerabilidades en infraestructuras esenciales. Esos socios, sobre todo en Europa, se han resistido. España es uno de los que permite a empresas chinas participar en ese desarrollo.Otro motivo de preocupación para EE.UU. es el de los coches eléctricos, con capacidad de control remoto. El presidente Biden ha dictado aranceles a importaciones de esos automóviles chinos del 100%, como parte de una estrategia más amplia para proteger la industria automovilística de su país y reducir la dependencia de China en tecnologías clave.Las restricciones se centran en la competencia desleal que representan las subvenciones del Gobierno chino a sus fabricantes de coches eléctricos, lo que les permite vender a precios más bajos en el mercado global. Estas medidas buscan promover la producción local, garantizar la seguridad económica y tecnológica, y equilibrar el mercado ante el creciente liderazgo de China en el sector de los vehículos eléctricos.