Los diez trabajadores que habían quedado atrapados tras la explosión en un túnel de minas de carbón en el centro de Colombia fueron hallados muertos.
Colombia quedó de luto tras la confirmación de 21 muertes producto de una explosión ocurrida el martes de esta semana en el interior de un túnel de minas de carbón en Sutatausa, un municipio del departamento de Cundinamarca, a unos 75 kilómetros al norte de Bogotá.
La noticia fue confirmada en Twitter por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien se refirió al episodio como un "trágico accidente" a la vez que se dio por terminada la tarea de rescate de posibles sobrevivientes.
"La minería del carbón cobra otras 21 vidas en Sutatausa. Cada vez es más imprescindible los planes de reconversión laboral y empresarial en las zonas de minería del carbón. Cada muerto laboral no solo es una falla empresarial, sino tambien social y gubernamental", escribió el mandatario.
El último contingente de posibles sobrevivientes era un grupo de 10 trabajadores de la mina de carbón que había quedado atrapado en un túnel tras la explosión, pero en las últimas horas se confirmó el deceso de cada uno.
El gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, dio por terminadas las labores de búsqueda y lo anunció en Twitter, donde también recibió las condolencias del Presidente de Colombia y otros funcionarios.
Con 21 víctimas fatales esta tragedia minera es una de las peores de los últimos años en Colombia, que registró más de 1.200 desastres de ese tipo entre 2011 y 2022.
Las autoridades locales estiman que el accidente en Sutatausa fue provocado por una chispa que hizo estallar el gas metano concentrado en uno de los socavones, según consignó la agencia de noticias AFP.
Además investigan si el lugar, que cuenta con los permisos legales para la extracción, contaba con las condiciones apropiadas de flujo del aire.
Para que el metano "no sea explosivo se necesitan unos procesos de ventilación, un sistema de monitoreo que permita alertar y tomar decisiones, que tendrán que revisar si existían o no", explicó a medios locales Javier Pava, director de la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
"Debe existir un plan de gestión de riesgos y entrenamientos para los mineros en caso de emergencia. Es una parte que debe revisarse", agregó Pava.
Los mineros quedaron atrapados a 900 metros de profundidad, lo que dificultó la tarea de búsqueda de las decenas de rescatistas que trabajaron con picas en el lugar y buscaron a los hombres en los túneles de seis minas conectadas entre sí que colapsaron con el estallido.
Joselito Rodríguez, un sobreviviente de 33 años, relató a la AFP que al momento de la explosión "estaba trabajando normal cuando sentí el estruendo, luego sentía que me iba a ahogar y no se veía nada".
"Gracias a Dios salimos bien, pero otros ya están sin vida", agregó y detalló que en las minas trabajaban hombres menores de 40 años.
Las tragedias mineras son frecuentes en Colombia, especialmente en socavones ilegales de Cundinamarca y otros departamentos del centro del país y la acumulación de gases es el motivo más común de los accidentes.
Organizaciones sociales denuncian constantemente las malas condiciones laborales de los trabajadores en minas de empresas nacionales y multinacionales.