Un portaaviones de la Armada estadounidense llegará al Golfo de México y tendrá capacidad para llevar a cabo ataques con misiles Tomahawk. La frontera entre EE.UU. y México se encuentra cada vez más militarizada y, desde principios de año, se suceden las entradas de marines en el país para labores de entrenamiento. Sin embargo, de momento todo queda en anuncios sin que se llegue a conocer la finalidad de tales maniobras en la lucha contra el narcotráfico, la misma que ha llevado a Donald Trump a designar como organizaciones terroristas a los cárteles de las drogas.Por lo bajo, el Gobierno mexicano señala que el Pentágono se mantiene en una postura de cooperación y que se comparte información e inteligencia en ambas direcciones y lados de la frontera. En esos intercambios ha aparecido como algo ineludible, según pudo conocer ABC, el drama del rancho de Teuchitlán , donde se encontraron hornos crematorios. Fuentes diplomáticas aseguraron que Washington está dispuesto a colaborar con México en la detección de estos campos de reclusión y exterminio que son operados por el narco. El mecanismo sería a través de la información que recopilan los aviones espía de EE.UU. La colaboración será particularmente valiosa en los casos en los cuales los ranchos de reclutamiento y cautiverio se ubiquen en zonas alejadas de los grandes centros urbanos y con geografías complejas, que los vuelven inaccesibles.Evitar otro AyotzinapaEl Gobierno mexicano busca mostrarse activo ante este drama para evitar un nuevo caso Ayotzinapa . Se trata de la escandalosa desaparición de estudiantes que tuvo lugar en el estado de Guerrero en 2014 y cuyo corolario fue el desplome del gobierno del entonces poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI). El caso Ayotzinapa fue el impulso final para la actual hegemonía política que existe en México a través del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), iniciado por Andrés Manuel López Obrador .Noticia Relacionada estandar Si No es país para jóvenes: así recluta el narco en México Milton Merlo El hallazgo de restos humanos en un rancho en Jalisco, gestionado por un cártel, ha vuelto a despertar la pesadilla de los miles de desaparecidos en el país, donde las víctimas más vulnerables son los menores con pocos recursosLa meta de la cooperación sería la de conocer la ubicación de estas instalaciones del horror antes de que lleguen allí colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.En el entorno de la presidenta Claudia Sheinbaum prima la idea de que las fuerzas armadas mexicanas tienen más información de estos ranchos de la que llega hasta el Palacio Nacional. El caso de Jalisco fue evidente: el lugar había sido detectado por autoridades locales en septiembre. Por eso, la información de EE.UU. se vuelve elemental.Vuelos secretos de dronesEl espionaje en México con medios estadounidenses no es algo novedoso. El periódico \'The Wall Street Journal\' reveló, a comienzos de marzo, que, según funcionarios del Pentágono, EE.UU. ha hecho volar drones desarmados en secreto desde aeródromos mexicanos para espiar a los cárteles de la droga. Estas maniobras habrían conducido al arresto de Joaquín \'El Chapo\' Guzmán , uno de sus hijos y otros capos.Los vuelos, operados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la CIA, habrían proporcionado información vital para grandes incautaciones de drogas. El medio estadounidense también precisó que, «utilizando cámaras que pueden capturar una matrícula desde 20.000 pies de altura (6.096 metros), los drones transmiten vídeos de vigilancia sobre las operaciones de contrabando de los cárteles y trazan un mapa de los laboratorios clandestinos a las autoridades de ambos lados de la frontera».En febrero, la CNN informó de que la Administración Trump había intensificado los vuelos militares de espionaje en la frontera con México y el mar de Cortés. Trasladando aeronaves usualmente utilizadas para vigilar a Rusia y China, dichos rastreos se centraban en las operaciones de los cárteles del narco en territorio mexicano. Citando a tres funcionarios estadounidenses anónimos conocedores del tema, la cadena de televisión apuntó en un reportaje que los vuelos militares de espionaje en la zona fronteriza con México pasaron de uno al mes a por lo menos 18 vuelos en un período de 10 días, entre finales de enero y principios de febrero.Según el informe, las aeronaves involucradas en reforzar el espionaje a los cárteles incluyen diversos Boeing P-8 Poseidón de la Armada, un Boeing RC-135 Rivet Joint de la Fuerza Aérea y por primera vez en la historia, según los funcionarios, un Lockheed U-2 de la Fuerza Aérea conocido como Dragon Lady.