A los cinco días de ser nombrado primer ministro, el domingo pasado, François Bayrou ha provocado una polémica sobre su cargo como alcalde de Pau, una segunda polémica sobre el territorio nacional de las Islas Mayotte, víctima de un huracán devastador, y una tercera polémica sobre sus encuentros y desencuentros con el presidente Emmanuel Macron , sin que sea posible saber cuándo podrá formar gobierno, aunque ya ha recibido dos primeras «advertencias» de posible censura de la extrema izquierda y la extrema derecha.Menos de veinticuatro horas después de ser nombrado primer ministro, Bayrou se desplazó a Pau (77.000 habitantes), en el departamento de los Pirineos Atlánticos, región de la Nueva Aquitania. En España llamaría la atención que un primer ministro, en Madrid, sea, al mismo tiempo, alcalde de Cartagena o Jérez de la Frontera. En Francia también sorprende que Bayrou haya decidido conservar el cargo de alcalde «por lo que pueda pasar», considerando compatible ser jefe de gobierno y alcalde. El viaje y trabajo municipal precipitaron una tormenta de granizo verbal contra Bayrou.Un día después, el martes, en su primer intervención en la Asamblea Nacional (AN), primer cámara del Parlamento Nacional, todos los grupos de izquierda y derecha, incluyendo la presidenta de la institución, criticaron con severidad que el jefe de gobierno no haya viajado con urgencia a las islas Mayotte, donde un ciclón se ha cobrado centenares de muertos, causando destrozos dramáticos.Noticia Relacionada estandar Si Macron claudica ante el chantaje de su nuevo primer ministro Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en París François Bayrou amenazó con retirarle su apoyo al presidente si no lo designaba jefe de GobiernoBayrou se justificó diciendo que, a su modo de ver, el presidente y el jefe de gobierno no podían «ausentarse» al mismo tiempo del «territorio nacional». Doble metedura de pata. Se espera que Macron viaje mañana o pasado. Y… las islas Mayotte son un territorio nacional, región de ultramar, así reconocido institucionalmente, en Francia y la UE.Entrevistas con todos los políticosMientras tanto, entre pifia y pifia, Bayrou se ha entrevistado con los líderes de todos los partidos con representación parlamentaria, intentando negociar la formación de un posible gobierno. Cuatro o cinco días de charletas han dado un resultado sencillamente nulo. Las izquierdas no quieren saber nada de un gobierno con el centro y la derecha. La extrema izquierda ha anunciado una moción de censura, cuando el futuro gobierno presente los «nuevos» presupuestos del Estado, a primeros de año. Los portavoces de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, han advertido que Bayrou se «expondría» a una moción de censura, si no respeta sus prioridades, bien conocidas: jubilación a los 60 años y salario mínimo de 1.600 euros.Ante ese arco iris de incertidumbres de fondo, sin perspectivas de «clarificación», François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia (BdF), ha lanzado una advertencia muy severa: «Si no se toman medidas con rapidez, Francia corre el riesgo de un hundimiento económico progresivo». Cuando Villeroy de Galhau pide «medidas con rapidez» reclama unos presupuestos del Estado que abordan la gran tragedia económica nacional: el incremento inquietante de los déficits del Estado y la Deuda pública. El gobernador del Banco de Francia teme que la Nación sea víctima de una histórica crisis muy profunda: «La clase política sigue enzarzada en sus disputas, la formación del gobierno todavía no está clara. Y será necesario esperar a primeros de año para conocer los presupuestos del Estado. Con lo cual, los riesgos de degradación se confirman y son de temer, para Francia y para Europa».