La euforia del equipo de Donald Trump parece no tener límites en estos días previos a lo que él mismo describe como un ataque inminente para «salvar a América». Tras haber transformado el Partido Republicano a su imagen y semejanza, Trump y su entorno buscan ahora extender ese control al corazón de las instituciones del país.En ese contexto, durante una reciente conferencia en Nueva York , Steve Bannon, influyente estratega y aliado de Trump, sugirió que el presidente electo podría aspirar a un tercer mandato en 2028, pese a que ello violaría claramente la Enmienda 22 de la Constitución, que limita a dos los periodos presidenciales. Bannon aprovechó la ambigüedad sobre la continuidad de los mandatos para lanzar su idea: «¿Qué les parece Trump en 2028?». El propio Trump ha insinuado algo similar en tono jocoso en las últimas semanas, especialmente durante una reunión con legisladores republicanos en el Capitolio poco después de su victoria electoral.Sin embargo, la Constitución es inequívoca: ningún presidente puede ser elegido más de dos veces. La propuesta de Bannon carece de recorrido legal, pero sus palabras -combinadas con los comentarios de Trump comparándose con Franklin D. Roosevelt y sus cuatro victorias electorales- reflejan un objetivo claro: consolidar un dominio prolongado en el poder, incluso desafiando los límites establecidos por la ley.Noticia Relacionada reportaje Si Comienza la era de Elon Musk, primer emperador del espacio Judith de Jorge Mano derecha de Donald Trump, el dueño de SpaceX podría acelerar la llegada a Marte -su gran ambición-Estas declaraciones podrían parecer simples provocaciones o bromas si no vinieran de Bannon, una figura que lleva años alimentando las ideas más radicales del trumpismo : deportaciones masivas, el cierre total de la frontera o la eliminación del \'ius soli\', el derecho a la nacionalidad por nacimiento. Ideas que, aunque extremas, siguen marcando el rumbo y las aspiraciones de Trump y su círculo más cercano.Lo de servir dos mandatos es algo que durante décadas fue mera tradición, voluntad de seguir el ejemplo de George Washington, primer presidente y padre fundador. La Enmienda 22 de la Constitución fue aprobada por el Congreso en 1947 y ratificada en 1951. Dice, literalmente, que «ninguna persona podrá ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces, y ninguna persona que haya ocupado el cargo de presidente, o actuado como tal durante más de dos años de un mandato para el cual otra persona fue elegida presidente, podrá ser elegida para el cargo de presidente más de una vez». Fue una respuesta a la presidencia de Roosevelt, quien fue elegido en cuatro ocasiones (1932, 1936, 1940 y 1944) y murió en el puesto.El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asiste a la gala del America First Policy Institute en Mar-A-Lago en Palm Beach, ReutersLas propuestas del equipo de Trump comienzan a entusiasmar a sus seguidores y a inquietar a los demócratas. El ex presentador de Fox News Geraldo Rivera, uno de los desencantados con el trumpismo, publicó este martes en X (antes Twitter) que el presidente electo y su entorno podrían estar planeando cómo modificar o revocar la Enmienda 22, que limita a los presidentes a dos mandatos. Rivera recordó que para ello se necesitaría el respaldo de 38 de los 50 gobiernos estatales -tres cuartas partes del total- para convocar una enmienda constitucional. «Trump ganó 30 estados en 2024. ¿Trump en 2028?», escribió, sugiriendo el alcance de esta idea y su posible calado entre los aliados del presidente electo.En realidad, para cambiar la Constitución -algo necesario también para eliminar el \'ius soli\'-, Trump tendría que impulsar otra enmienda constitucional con el mismo procedimiento: lograr una mayoría de dos tercios en el Congreso y la ratificación de al menos 38 estados. Se trata de un proceso complejo y poco frecuente.Pero Trump y su equipo tienen un as en la manga: el del reforzado poder del presidente. En julio de este mismo año, la Corte Suprema dictaminó que los presidentes, incluido Trump, gozan de inmunidad judicial cuando realizan actos oficiales durante su mandato. Este fallo implica que el expresidente Donald Trump no puede ser procesado por acciones realizadas en el ejercicio de sus funciones presidenciales, reforzando su posición legal en casos relacionados con decisiones tomadas durante su mandato. El presidente Joe Biden criticó duramente esta decisión, calificándola de precedente peligroso que podría permitir a futuros presidentes ignorar la ley sin afrontar sus consecuencias. Bannon hizo esa propuesta durante la cena anual del Club Juvenil Republicano de Nueva York, el pasado domingo por la noche. Los 1.000 asistentes estallaron en aplausos y vítores de aprobación: «Trump 2028».