Los principales compradores de petróleo venezolano han regresado a cargar crudo de nuevo en los puertos del país, aprovechando los últimos días antes de la suspensión anunciada del 27 de mayo.Este jueves en los muelles de la refinería de Jose y de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, se podía ver la larga fila de unos 40 supertanqueros, haciendo turno para llenar el tanque de crudo y combustible venezolano.Según reportó la agencia Reuters, la reanudación de la exportación de petróleo fue aprobada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos con un plazo del 27 de mayo para Chevron y otros socios y clientes de PDVSA para que reduzcan gradualmente sus operaciones y cesar la exportación petrolera de Venezuela.Noticia Relacionada estandar Si Maduro firma un decreto de emergencia económica ante la «guerra comercial» de Trump Ymarú Rojas | Caracas El presidente electo, Edmundo González Urrutia, rechaza el dictamen y señala desde el exilio al régimen chavista por su «mala gestión» económica durante 25 añosEn ese sentido, las medidas anunciadas de imponer un 25% de arancel a todas las actividades petroleras de Venezuela y del cierre de Chevron y otras empresas transnacionales generó preocupación la semana pasada por lo que las empresas chinas y las de India se retiraron de los puertos venezolanos.«Hubo un momento de pánico cuando los barcos petroleros se devolvieron, pero luego recibieron instrucciones para completar sus cargas de combustible», dijo una fuente de PDVSA a Reuters.Según ha podido saber ABC, la estatal petrolera nacional estuvo llamando a sus clientes para que regresaran a los muelles a cargar antes de vencerse el plazo.China es el principal comprador de crudo y combustible venezolanos con 480.000 barriles diarios, le sigue Estados Unidos con 250.000 . En tercer lugar va la India con 63.000 y Europa compra 44.000. Los analistas estiman que las medidas sancionatorias causarian una caída de entre 150.000 y 350.000 barriles diarios. Actualmente PDVSA produce unos 900.000 barriles diarios.La pausa de 90 días que decretó el Gobierno de Estados Unidos le permite a la empresa italiana ENI y la española Repsol intentar convencer a Trump para que flexibilice los aranceles a la importación de petróleo y gas de Venezuela.