Un total de 53 diputados laboristas optaron por no apoyar al Gobierno británico, liderado por el primer ministro, Keir Starmer , en una votación clave celebrada este martes y relacionada con los recortes al subsidio de calefacción para los pensionados. Solo uno de ellos, Jon Trickett, habló abiertamente sobre su voto en contra de la medida.El \'winter fuel payment\', que hasta ahora proporcionaba un apoyo financiero a todos los mayores de 66 años para ayudarles a cubrir los costos de calefacción durante el invierno, será limitado a casos muy específicos , como el de quienes reciben beneficios basados en sus necesidades económicas. Esa medida reducirá drásticamente el número de beneficiarios de 11,4 a 1,5 millones de pensionistas, lo que supondrá un ahorro de alrededor de 1.400 millones de libras. Sin embargo, este ahorro tiene un alto coste humano, según organizaciones benéficas y diputados, incluidos algunos dentro del propio partido gobernante, que han advertido que la medida dejará a millones de personas mayores en una situación de pobreza energética, obligándolos a elegir entre «comer o calentar la casa» este invierno.Noticia Relacionada estandar Si Robert Jenrick, la estrella emergente para resucitar a los \'tories\' en el Reino Unido Ivannia Salazar | Corresponsal en Londres La sorprendente eliminación en la primera votación de la exministra de Interior, Priti Patel, aúpa al exresponsable de InmigraciónEn medio del debate, Trickett, diputado por Normanton y Hemsworth, fue el único laborista que de forma abierta se unió a los conservadores que también se oponían a la medida. Mientras, muchos de sus compañeros de filas optaron por la abstención . En un mensaje contundente en redes sociales, Trickett dijo que no podía, «en conciencia, votar para hacer más pobres a mis electores». En su declaración, subrayó que esta decisión empujará a muchos pensionistas a la pobreza, una situación que puede ser «devastadora», y añadió que el Gobierno debería recaudar fondos de los más ricos, no de los pensionistas de la clase trabajadora.«Esta votación tendrá consecuencias reales y peligrosas », dijo Trickett. «Pensionistas que ya están en situaciones difíciles se verán obligados a enfrentar decisiones imposibles. No puedo apoyar una política que pone a mis electores en una situación tan desesperada, especialmente cuando las compañías energéticas siguen obteniendo beneficios obscenos», denunció. Si bien Trickett fue el único en votar explícitamente en contra de la medida, el hecho de que 53 diputados laboristas optaran por no votar plantea preguntas sobre la cohesión del partido, aunque se cree que algunos habían sido autorizados a no acudir a la votación, mientras que otros habrían protestado así contra la polémica medida.Críticas internasDentro del Partido Laborista, la decisión de recortar los pagos para la calefacción generó críticas internas. Rachael Maskell, una de las diputadas que habló en contra del recorte, advirtió que los pensionistas podrían enfrentarse a graves problemas de salud este invierno si no se les brinda apoyo para mantener sus hogares a una temperatura adecuada. «Debemos proteger a los más vulnerables. Si este recorte sigue adelante, algunas personas morirán porque no podrán calentar sus hogares», aseguró. El Gobierno, por su parte, ha defendido los recortes argumentando que el país no puede permitirse seguir financiando estos pagos para los pensionistas más adinerados. Liz Kendall, responsable de Pensiones, señaló que esta medida es necesaria para reducir el déficit presupuestario de 22 mil millones de libras que, según el gobierno, heredaron de la administración conservadora anterior. Sin embargo, esta justificación no ha sido suficiente para aplacar las críticas, tanto dentro como fuera del Parlamento.El Gobierno ha defendido los recortes argumentando que el país no puede permitirse seguir financiando estos pagos para los pensionistas más adineradosMel Stride, a cargo de trabajo y pensiones en la sombra, calificó el recorte como un «golpe inesperado» para los pensionistas , argumentando que el proceso ha carecido de transparencia y que no se han realizado evaluaciones de impacto adecuadas.Pese a las críticas, el resultado de la votación fue una victoria para el gobierno, con 348 votos a favor del recorte y 228 en contra, una mayoría de 120. Sin embargo, el eco de los gritos de «vergüenza» que resonaron en la Cámara de los Comunes al anunciarse el resultado refleja el descontento que ha generado esta decisión.Para muchos, esta votación simboliza una desconexión entre el gobierno y las preocupaciones de los más vulnerables en la sociedad. En palabras de Caroline Johnson, diputada conservadora y médico del servicio nacional de salud (NHS), «algunas personas morirán» si no reciben ayuda para calentar sus hogares este invierno y varias organizaciones benéficas le han pedido al gobierno que de marcha atrás con la medida.