A pesar del caos generado por la guerra en Ucrania y la prolongada crisis del régimen de Bashar al Assad en Siria , Rusia continúa intensificando sus esfuerzos por desestabilizar Europa, con un enfoque particular en países clave como España. Un reciente informe de la Comisión de Helsinki, entregado al Capitolio, evidencia cómo España y otras naciones europeas están en la mira del Kremlin a través de una combinación de desinformación, sabotaje, injerencias políticas y violencia encubierta, con el objetivo de sembrar la división, desestabilizar democracias y debilitar el apoyo a Ucrania.Una de las operaciones más graves identificadas en el informe es el asesinato de Maxim Kuzmínov , un piloto ruso que desertó y colaboró con Ucrania , ocurrido en febrero de 2024 en Alicante. Kuzmínov fue hallado muerto a tiros en un aparcamiento subterráneo, y la inteligencia estadounidense sospecha que el crimen fue una operación encubierta del Kremlin, destinada a eliminar opositores y lanzar un mensaje intimidatorio en Europa. Según Michael Weiss, editor de \'The Insider\', la munición utilizada era de origen ruso, lo que apunta directamente a Moscú. Weiss también considera que la falta de una reacción pública contundente por parte del Gobierno español responde al temor de generar alarma en una región turística como Alicante. Imágenes compartidas con 60 Minutes muestran a personas de interés, incluidos un exoficial de la KGB y un coronel ruso, reforzando las sospechas de implicación directa del Kremlin en el asesinato .Noticia Relacionada estandar No Hallan muerto en España al piloto ruso que desertó a Ucrania Patricia RomeroEl informe también alerta sobre las campañas de desinformación que afectan a España, especialmente durante la crisis independentista catalana de 2017. La Comisión de Helsinki señala la existencia de campañas coordinadas de injerencia rusa para amplificar la retórica separatista, algo denunciado por Estados Unidos, la OTAN y el Parlamento Europeo. Sin embargo, el Gobierno español sigue negando estas acusaciones. La ministra de Defensa, Margarita Robles, declaró recientemente que «en este momento no hay ningún proceso judicial abierto que hable de ninguna injerencia rusa en Cataluña», aunque el juzgado de instrucción número 1 de Cataluña ha elevado una investigación al Tribunal Supremo documentando contactos entre emisarios rusos y el entorno de Carles Puigdemont.Recientemente, se descubrió una red de propaganda rusa en Rumanía y en las elecciones al Parlamento Europeo de marzo de 2024, donde se intentó sobornar a eurodiputados para difundir la retórica del Kremlin. En España, ABC reveló campañas de desinformación dirigidas desde Rusia contra el Partido Popular Europeo y la monarquía española, como parte de una estrategia más amplia para socavar las instituciones nacionales y europeas.La guerra híbrida del Kremlin no se limita a la desinformación y los asesinatos selectivos. El informe menciona ataques a infraestructuras críticas, como hospitales, sistemas ferroviarios y redes de agua, que buscan socavar la confianza en servicios esenciales. En febrero de 2024, un ciberataque a la mayor aseguradora de Estados Unidos interrumpió miles de farmacias, mientras que más de 100 instituciones de salud quedaron fuera de servicio en Rumanía.Casos de sabotaje físico incluyen interrupciones en las señales GPS, que afectaron la aviación en el norte de Europa, y vulneraciones en sistemas de agua en Francia y Polonia. Además, se incrementaron las amenazas contra bases militares como Geilenkirchen en Alemania y surgieron preocupaciones sobre sabotajes a cables submarinos en el mar Báltico, esenciales para las telecomunicaciones globales.Por último, el informe destaca la utilización de crisis migratorias como herramienta de desestabilización por parte de Rusia y Bielorrusia. Esta táctica, que implica facilitar la llegada masiva de migrantes a las fronteras europeas, tiene como objetivo presionar a las instituciones públicas, agotar recursos económicos y alimentar la retórica antiinmigrante. Polonia y Finlandia han sido particularmente afectadas, con oleadas de migrantes en 2023 y 2024. En el caso de Italia, el gobierno atribuyó al Grupo Wagner, una empresa mercenaria vinculada al Kremlin, el aumento de cruces de migrantes en el Mediterráneo, exacerbando tensiones políticas y sociales.
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