El Departamento de Defensa había fijado el 15 diciembre como plazo límite para iniciar la inmunización.
El Ejército de Estados Unidos relevó de sus cargos a seis comandantes por negarse a cumplir el mandato presidencial de la vacunación obligatoria contra el coronavirus, y emitió cerca 3.000 resoluciones punitivas para aquellos soldados que se resisten todavía a ser inmunizados.
Por el momento, el Ejército todavía no tomó otras medidas contra los 2.994 efectivos que fueron reprendidos por no acatar las normas del Departamento de Defensa, que fijó como fecha límite para la vacunación el 15 de diciembre de 2021. Hasta ahora, 96% de los soldados en servicio activo tienen la pauta completa de vacunación.
Ninguno de los cuerpos que conforman las Fuerzas Armadas otorgó una exención para vacunarse por motivos religiosos, a pesar de haber recibido cerca de 2.150 solicitudes.
En el caso de la Marina, hay 5.209 militares en servicio que siguen resistiéndose a ser inoculados, de los cuales 20 ya fueron sancionados.
La cuestión de la obligatoriedad de la vacuna en las fuerzas militares estadounidenses causó rechazo en algunos líderes republicanos, como el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien anunció a principios de mes que demandaría al Ejecutivo del presidente Joe Biden por lo que considera una medida anticonstitucional.
A la vez, Abbott abogó por permitir que los efectivos de la Guardia Nacional destinados en ese estado puedan saltarse la prohibición y desarrollar su labor sin inyectarse.
El Departamento de Defensa impuso la vacuna obligatoria para todos los efectivos militares de los distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas el pasado 24 de agosto, dando a cada uno de sus responsables la autoridad para redactar sus propias guías de planes de actuación, de implementación y cronogramas.
A principios de diciembre, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, recordó las consecuencias que tendrían aquellos que se negaran a cumplir esta normativa, como la pérdida de su salario.
Estados Unidos sigue siendo el país más afectado por la pandemia, por encima de los otros dos países que lo preceden, India y Brasil, con 63.6 millones de casos y 844.000 muertes.