Donald Trump sabía que las urnas eran su gran arma contra las causas criminales que le han perseguido en los dos últimos años y su victoria electoral a comienzos de este mes le ha librado de responder ante la justicia. Este lunes, el fiscal especial Jack Smith, que ha perseguido al ahora presidente electo en sus dos causas criminales de naturaleza federal, anunció la retirada de los cargos en la de mayor gravedad legal y política: la imputación por su campaña para dar la vuelta a los resultados de la elección presidencial de 2020 - la que Trump perdió frente al actual presidente, Joe Biden-, que culminó con el asalto trágico y bochornoso al Capitolio por una turba de sus seguidores el 6 de enero de 2021.Desde la madrugada del 6 de noviembre, cuando se confirmó que Trump era el ganador de la elección, el fiscal especial Smith sabía que la imputación estaba muerta. El Departamento de Justicia mantiene la práctica de no seguir investigaciones o causas contra presidentes en su cargo. Y Trump lo estará a partir del próximo 20 de enero, cuando jurará su cargo en la escalinata del mismo escenario clave de esa imputación, la del Capitolio.Noticia Relacionada estandar Si Ofensiva de los republicanos contra Jack Smith, el fiscal que trató de llevar a juicio al expresidente Javier Ansorena Durante la campaña, el presidente electo y sus aliados anunciaron represalias por sus investigaciones, que consideraban una «persecución política»En el escrito en el que Smith solicitó la retirada de cargos, el fiscal especial reconoció que la prohibición de impulsar causas contra el presidente en su cargo «es categórica y no cambia la gravedad de los delitos imputados, la solidez de las pruebas del Gobierno ni los méritos de la acusación, que el Gobierno respalda por completo». Por ello, «en base a la interpretación de la Constitución por el Departamento de Justicia, el Gobierno se inclina por la desestimación de la imputación sin efecto de cosa juzgada».Esa mención a «sin efecto de cosa juzgada» implica que la fiscalía podría revivir la causa en el futuro, una vez que Trump acabe su segundo mandato (la Constitución le impide ir a por un tercero, aunque él ha deslizado que podría tratar de cambiar ese impedimento).«La decisión de hoy del Departamento de Justicia acaba con los casos federales inconstitucionales contra el presidente Trump, y es una gran victoria para el imperio de la ley», reaccionó el portavoz del presidente-electo, Steven Cheung. «El pueblo estadounidense y el presidente Trump quieren un fin inmediato al uso político de nuestro sistema de justicia y miramos hacia unificar el país».