La inmigración masiva es uno de los asuntos que más preocupan a los estadounidenses -y uno de los que más mueven su voto- y los demócratas han tomado nota. Como quedó claro en la convención en Chicago de la semana pasada, la campaña de Kamala Harris ha adoptado el tono más duro sobre inmigración que se recuerda al partido durante décadas. Harris sabe que la inmigración es uno de sus flancos débiles. Donald Trump y sus aliados se han hartado de retratarla como la \'zar de la frontera\' fracasada durante el Gobierno de Joe Biden , que dio a su vicepresidenta el encargo imposible de arreglar el caos migratorio y EE.UU. batió récords en arrestos de inmigrantes indocumentados en la frontera. Los republicanos se han gastado una millonada en propaganda que ataca el desastre migratorio con Biden y Harris al mando y ahora los demócratas tratan de neutralizarlo con el abrazo de políticas restrictivas sobre migración. Pero que supone, de forma paradójica, la asunción de proyectos que antes reprobaron, como el muro con México de Trump, su gran promesa de campaña en 2016.El giro se materializó en el discurso de Harris en Chicago. «Después de décadas dedicada al cumplimiento de la ley, sé de la importancia de la seguridad y de la protección, en especial en nuestra frontera», dijo Harris, que se comprometió a firmar una ley de frontera acordada este año en el Senado entre la mayoría de los demócratas y un puñado de republicanos. La ley no salió adelante porque Trump presionó a los republicanos para que la tumbaran y, desde entonces, los demócratas acusan al expresidente de matar una legislación necesaria por interés político.Noticia Relacionada estandar Si La fiscalía presenta una imputación de última hora contra Trump Javier Ansorena | corresponsal en nueva york Busca evitar la inmunidad del expresidente determinada por el Tribunal Supremo en el caso de interferencia electoral en 2020A Harris la ovacionaron en Chicago. Esa ley incluye grandes partidas para mejorar el procesamiento de peticiones de asilo, pero también otras para reforzar la Patrulla Fronteriza y un mecanismo que cierra la frontera si se sobrepasa el umbral del 5.000 detenciones diarias. Y también incluye algo de lo que los demócratas prefieren no hablar: fondos de 650 millones para el muro de Trump. Están muy lejos de los 18.000 millones que el expresidente pidió al Congreso -y en su mayor parte no consiguió- en 2018, pero no deja de ser significativo.En especial para Harris, que en los últimos años ha calificado al muro de «proyecto medieval vanidoso» de Trump, «una pérdida total de impuestos de los contribuyentes que no nos hará más seguros» o «un uso estúpido de dinero, bloquearé todo fondo que vaya a ello».Es evidente que el compromiso de Harris con esa ley de frontera es un intento de ganarse al centro del electorado, en especial en los estados decisivos de la elección, que pueden albergar muchas reservas con Trump, pero que consideran que la situación de entradas masivas se ha desmadrado durante la presidencia de Biden. La candidata tiene la ventaja de que la Administración Biden ya inició ese cambio de rumbo hace unos meses, cuando el propio Biden -candidato hasta el pasado 21 de julio- comprendió que tenía que poner coto al asunto. Desde finales del año pasado ha impulsado planes para controlar las entradas, incluido el que aprobó esta primavera para cerrar la frontera cuando se dispare el número de entradas de indocumentados y que ha conseguido rebajar las detenciones con fuerza.Biden, Harris y los demócratas han pasado de una posición de humanitarismo, con énfasis en un tratamiento ordenado y digno a los inmigrantes, que incluía planes de regularización de millones de los que ya están en el país, a otra de dureza en la que se pueden sentir cómodos muchos votantes moderados o independientes. Ahora los vídeos de la campaña de Harris califican a la candidata de «fiscal de estado fronterizo» (lo fue en California) e incluyen imágenes del muro en la frontera.Los republicanos han criticado el giro de Harris, mientras que los sectores izquierdistas y los activistas pro-inmigración se lo perdonan. Vanessa Cárdenas, directora de la organización America\'s Voice, aseguró al medio Vox que hay una «preocupación profunda» por las cesiones de los demócratas. Pero también que son conscientes de que «ahora mismo, la tarea es muy clara: tenemos que derrotar a Trump y en febrero de 2025 ya hablaremos sobre qué tipo de reformas tenemos que hacer».
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