La Revolución Ciudadana de Rafael Correa fue la gran vencedora. Dura derrota del presidente Guillermo Lasso que promovió un referendo sobre seguridad ciudadana en el que no logró aprobar sus propuestas.
Una situación inédita se dio en las elecciones municipales en Ecuador. Omar Menéndez, el candidato a alcalde del cantón de Puerto López, que fue asesinado el sábado, ganó las elecciones celebradas este domingo que a nivel nacional dieron un gran apoyo al opositor partido de la Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa.
En lugar de Menéndez, un político correísta, asumirá la candidata suplente, Verónica Lucas.
En tanto, el presidente Guillermo Lasso sufrió una dura derrota en un referéndum en que planteaba temas de seguridad ciudadana. Con alrededor del 50% de los votos escrutados, la tendencia era que el “No” se imponía en las ocho preguntas planteadas en el referendo.
Elecciones en Ecuador: ganó un candidato muerto
Menéndez, que se presentaba a la alcaldía por el movimiento Revolución Ciudadana, logró el 46,22 % de los votos en Puerto López, un municipio de la costera provincia de Manabí, según los datos preliminares oficiales del Consejo Nacional Electoral.
El candidato fue asesinado el sábado, un día antes de la votación, cuando personas no identificadas ingresaron a un inmueble en el que se encontraba y lo acribillaron a balazos. En la misma acción falleció otra persona y dos más quedaron heridas, según detalló la Policía.
El hecho, que fue condenado por autoridades y líderes de partidos políticos, motivó que se redoble la seguridad de 162 recintos electorales durante la votación del domingo. Incluso, varios candidatos solicitaron escolta al Gobierno.
El caso de Menéndez se sumó al de Julio César Farachio, candidato a alcalde de la ciudad de Salinas, que también fue asesinado por sicarios el 21 de enero, mientras realizaba un mitin de su campaña electoral, reportó EFE.
Revolución Ciudadana fue la gran vencedora de las elecciones
Según los datos preliminares, las elecciones locales dieron como triunfador a la Revolución Ciudadana, que ganó al menos seis prefecturas provinciales y las alcaldías de Quito, Guayaquil y Santo Domingo de los Tsáchilas, las más pobladas del país.
En unas elecciones que son vistas como un barómetro para las siguientes presidenciales, programadas para 2025, la Revolución Ciudadana, cuyas siglas RC5 coinciden con las de su líder, Rafael Correa, pasó de tener dos prefecturas (provincias) en 2019 a conquistar seis en 2023, y una séptima aún en disputa.
Con casi el 100 % del escrutinio, el correísmo no solo conservó sus bastiones de las provincias de Pichincha, cuya capital es Quito, y la costera Manabí, sino que también venció en la costera Guayas, feudo tradicional del conservador Partido Social Cristiano (PSC), uno de los grandes derrotados de estos comicios.
El partido de Correa también ganó la prefectura de Santo Domingo de los Tsáchilas y tiene muy cerca de asegurar matemáticamente Imbabura y Sucumbíos, mientras que lucha voto a voto por hacerse también con la andina Azuay (sur), cuya capital es Cuenca.
“Logramos lo imposible: volvimos a ser la Revolución Ciudadana”, publicó en redes sociales Correa, que desde México siguió el desarrollo de los comicios y del referéndum, ante la imposibilidad de llegar a Ecuador, donde tiene una condena en firme de ocho años de cárcel por corrupción.
El expresidente fue condenado a ocho años de cárcel por corrupción en Ecuador y vive asilado en Bélgica.
Guillermo Lasso, el gran derrotado en las elecciones de Ecuador
Al mismo tiempo, en el Palacio de Carondelet, en el corazón del casco antiguo de Quito, el presidente Guillermo Lasso guardó silencio ante la casi segura derrota que va camino a sufrir en el referéndum planteado por su Gobierno para hacer reformas a la Constitución de 2008, con propuestas sobre seguridad, democracia y medioambiente.
El referéndum incluyó consultas para aprobar ocho enmiendas a la Constitución. El “No” va por delante en todas ellas, según datos provisorios.
Las cuestiones más relevantes se centraban en permitir la extradición de ecuatorianos requeridos por crimen organizado, reducir el número de asambleístas, imponer un número mínimo de afiliados a movimientos políticos y quitar al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) el poder de designar autoridades estatales como el fiscal general y el contralor.