La victoria de Trump ha generado distintas reacciones a lo largo y ancho del mundo, entre ellas el movimiento 4B que viene importado de Corea del Sur como un símbolo de resistencia a discursos tachados de ultraconservadores.La resaca electoral ha dejado un panorama donde muchas mujeres estadounidenses son pesimistas sobre lo que el nuevo mandato del magnate puede traerles. Al tiempo que están decepcionadas con la elección de un candidato que ha expresado abiertamente su menosprecio hacia sus contrincantes femeninas y tiene un historial de agresiones sexuales. Además, consideran a Trump el artífice de sentar a tres jueces conservadores en el Tribunal Supremo que llevaron a la anulación al derecho al aborto. Haciendo que fuera regulado por los estados individualmente, generando con ello restricciones a sus libertades.Por esta razón han cogido el testigo de las mujeres surcoreanas y un post viral en la red social X expresa: «Señoras, tenemos que empezar a considerar el movimiento 4B como las mujeres de Corea del Sur y dar a Estados Unidos un severo descenso de la natalidad: no casarse, no tener hijos, no salir con hombres, no tener sexo con hombres». Consiguió 20 millones de visitas en 48 horas.Noticias Relacionadas Monthe Athos La \'república\' europea en la que están vetadas las mujeres desde hace más de mil años «Disfrutaba peleando» Nishimura Mako, la única mujer yakuza de la historia Alexia Columba JerezNo en vano, el movimiento 4B se ha convertido en uno de los términos más buscados en Google, con más de 500.000 búsquedas sólo en solo dos días. Al tiempo que vídeos de Tik Tok sobre este tema que se han reproducido más de tres millones de veces, proclaman: «¡Chicas, es hora de boicotear a todos los hombres! Nosotras perdimos nuestros derechos, ¡y ellos perdieron el derecho a tener sexo! El movimiento 4B empieza ahora». Las mujeres lo han tomado como una oportunidad para replantearse sus relaciones con los hombres y las expectativas que la sociedad les impone como mujeres.Nacimiento y valoresSegún Ju Hui Judy Han, profesora asistente de estudios de género en la Universidad de California, el movimiento 4B (4非) nació en 2015 y defiende las palabras «bihon» (no al matrimonio), «bichulsan» (no a la maternidad), «biyeonae» (no a las citas) y «bisekseu» (no al sexo). Es la abreviatura de «Cuatro noes« , frente a las relaciones abusivas y el comportamiento misógino. Y es considerado una rama del movimiento #MeToo . El caso que hizo que 4B adquiera fuerza sucedió en 2016. Una mujer fue brutalmente asesinada en las proximidades de una estación de metro en Seúl. Su asesino intentó justificar su delito diciendo que la mató porque se sentía ignorado por las mujeres. Generando una respuesta viral del público que abordaba también denuncias por la pornografía de venganza y delitos sexuales digitales. Si bien en el país asiático este movimiento fue perdiendo fuerza, ahora ha sido recuperado en EE.UU. Breanne Fahs, profesora de Estudios de la Mujer y de Género en la Universidad Estatal de Arizona, explicó a \'The Washington Post\' que el 4B estaba «en todas partes» en Estados Unidos. Especialmente entre mujeres jóvenes que temen por las restricciones de sus derechos. Los seguidores más que regirse restrictivamente por las 4B lo que buscan de fondo es un modelo de vida independiente que escape de las convenciones y los roles tradicionales de esposa y madre. Poniendo valor en la autonomía, otros estilos de vida o la maternidad en solitario, entre otros aspectos. Con el objetivo de e nfocarse en sus propias metas, según la CNN.«Nos hemos humillado y hemos suplicado por la seguridad de los hombres y hemos hecho todas las cosas que se supone que debíamos hacer, y aún así nos odian», dijo Ashli Pollard, una mujer de 36 años de San Luis seguidora del movimiento 4B a la CNN. Y añadió: «Así que si nos van a odiar, entonces vamos a hacer lo que queramos». Ante lo acontecido con la reelección de Trump, la profesora Han dijo a la CNN que «nunca debería sorprendernos que este tipo de colisiones catastróficas produzcan en las mujeres un rechazo general« a seguir las reglas de juego vigentes. Por eso los post en favor de este movimiento establecen: «No podemos dejar que los hombres votantes de Trump sean los últimos en reír... tenemos que contraatacar». Generando con ello un amplio debate que está candente.