Italia superó este lunes el umbral de las 100.000 muertes por coronavirus con 100.103 decesos, de los cuales 318 se registraron en las últimas 24 horas, justo un año después de su aparición en la península, anunció el ministerio de Salud.
Las regiones más afectadas son Lombardía (norte), el motor económico del país, con cerca de 30.000 fallecidos, seguida por Emilia-Romaña (norte, con casi 11.000 muertes), luego Piamonte y Véneto (las dos al noreste), con casi 10.000 muertes cada uno.
"En estos días se ha agravado la crisis sanitaria. Todos deben hacer todo lo posible para limitar la propagación del virus", se advirtió desde el ministerio de Salud.
En un video mensaje, el primer ministro italiano, Mario Draghi, adelantó que "la pandemia no está vencida y que con la aceleración de la campaña de vacunación se ve una salida no muy lejos".
La semana pasada, el grupo de expertos en salud GIMBE denunció un aumento del 33% del número semanal de infecciones del 24 de febrero al 2 de marzo, con 123.000 casos, la cifra más alta registrada desde diciembre pasado.
"Frente a estas cifras necesitamos medidas más duras", escribió el domingo en Facebook el canciller Luigi Di Maio.
Sin embargo, introducir nuevas y duras restricciones a nivel nacional constituye un golpe más para la tercera economía de la eurozona, sumida ya en una severa recesión.
Según una encuesta publicada este fin de semana por el diario Il Corriere della Sera, el 44% de los italianos está a favor del confinamiento, frente al 30% de hace dos semanas.
El domingo, el ministro de Salud, Roberto Speranza, se comprometió a intensificar la campaña de vacunación, que se frenó por retrasos en el suministro, tal como ocurrió en el resto de Europa.
Italia calcula que va a contar con 50 millones de dosis antes de finales de junio, lo que permite vacunar a "al menos la mitad" de la población, dijo.
Hasta ahora se han administrado 5,4 millones de dosis en Italia y solo 1,65 millones de personas han recibido las dos dosis necesarias para ser inmunizadas.
Restricciones más estrictas para la lucha contra el coronavirus entraron en vigor este lunes en Campania, la región de Nápoles, que se une así a Basilicata y Molise (sur) en la lista de zonas consideradas "rojas" (alto riesgo), que están bajo control máximo.
Las regiones Friuli-Venecia Julia y Véneto (norte), que estaban en amarillo (riesgo moderado), han pasado a color naranja (riesgo medio).
A partir de ahora, 10 regiones han sido clasificadas como "naranja", seis "amarillas", tres "rojas" y sólo una, Cerdeña, es "blanca", con pocas restricciones (uso de la mascarilla y distanciamiento social).