El pasado 19 de abril, mientras celebraba su cumpleaños y la fecha de nacimiento del movimiento guerrillero M-19, del cual fue miembro, el presidente Gustavo Petro no podía imaginar que su excanciller, Álvaro Leyva , estaba escribiéndole una sentida carta en la cual, lejos de felicitarlo por su vida y obra, la cuestionaba de manera feroz, eso sí guardando las formas de un lenguaje rocambolesco y con pretensiones de incrustarse en los anales de la historia de Colombia. Entregada dos días después al mandatario, según el propio Leyva, el 23 de abril la publicó en la red social X (la favorita de Petro), pisoteando así todo límite de decoro con el cargo que ostentó y, claro, con el del jefe de Estado. Así, los colombianos y el mundo fueron testigos de un nuevo capítulo -el epistolar- en el sinfín de sucesos de denuncias, insultos, grabaciones de amenazas , mensajes por redes sociales, crisis de gabinete televisado , fotos y escuchas que han caracterizado a este Gobierno del Pacto Histórico y en los que han participado sus propios ministros o funcionarios cercanos. Vale recordar el oscuro asunto de la financiación de la campaña presidencial, que involucra a su hijo Nicolás Petro; la pelea entre el hoy ministro del Interior, Armando Benedetti, y la hoy canciller Laura Sarabia, enfrentamiento que subsiste y a quienes Leyva destaca como una amenaza para el mandatario; las denuncias por malversación de fondos y otros sucesos adicionales, algunos de ellos retomados por Leyva en su texto.Noticia Relacionada estandar No El presidente colombiano Gustavo Petro pide la legalización de la cocaína ante la enviada especial de Trump El ministro de Defensa usó su cuenta oficial de la red social X para ofrecer una serie de aclaraciones en torno a los comentarios del presidente de ColombiaLa carta es penosa, sin duda, por lo que dice, por quien lo dice y a quien va dirigida. Efectista también, pues a pesar de señalar que «Colombia requiere la unión, no la confrontación caótica alimentada desde la jefatura del Estado», precisamente esa confrontación es lo que atiza el excanciller. El tema de la misiva no es nuevo: a finales de 2003, María Jimena Duzán, una de las voces del periodismo de investigación y opinión más respetadas del país, dedicó una de sus columnas de opinión al mismo asunto de la posible drogadicción del mandatario y el impacto en el cumplimiento de su agenda de trabajo. Tampoco son noticia las peleas intestinas de su gabinete, el incumplimiento de reuniones, no de abuelo o de padre, sino como presidente de Colombia, todo ello bajo un manto de duda frente a sus condiciones de salud física y mental e impacto sobre sus tareas de Estado.¿Un juego de cartas?Después de la misiva ventilada en redes sociales, la revolución de titulares internacionales y reacciones locales no parece detenerse. La tensión y el calibre de las palabras tampoco ha dejado de aumentar y cabe esperar que tenga una onda expansiva en el ámbito de las relaciones internacionales y multilaterales. Para el excanciller Camilo Reyes Rodríguez, «hay dos aspectos preocupantes: las consecuencias a nivel interno, teniendo una expectativa del gobernante Pacto Histórico de prolongar el mandato de izquierda en Colombia, y para la política externa es muy destructor: en lo que resta del año, Colombia asume las presidencias pro tempore o secretarías de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el organismo más sobresaliente y ambicioso de América Latina, después de la OEA; la Secretaría de la Comunidad Andina de Naciones, la Alianza para el Pacífico y el liderazgo de la Asociación de Estados del Caribe.Noticia Relacionada estandar Si Petro nombra viceministro de Igualdad de Colombia a un exactor de cine para adultos Poly Martínez Dicho viceministerio desaparecerá el año próximo, junto a otros cinco, por un fallo a la hora gestionar su creación con HaciendaPetro, como presidente de Colombia, asume un rol sobresaliente bajo este coincidente cuestionamiento y le tocará afrontar a esas audiencias, a la prensa internacional y el escrutinio después de que su excanciller le dice drogadicto; es un daño personal. Internacionalmente, además de ser prácticamente el último año de Petro y el cuarto de hora para asumir un reto político de mucho nivel, la carta abre la posibilidad de un permanente cuestionamiento; en ella no hay nada casuístico: Leyva lo tuvo que pensar, no estuvo en vano en la Cancillería por más de un año, por lo cual ya debería estar familiarizado con las dimensiones diversas de la política exterior de Colombia y las consecuencias». La politóloga y periodista Lariza Pizano también insiste en una pregunta que muchas personas se hacen: «¿Si la carta era personal, por qué no hace la comunicación personal; por qué no lo dijo antes? Rompe una historia de respeto entre lo privado y público. En Colombia, hemos tenido presidentes con toda clase de dilemas personales, y en la comunicación pública eso no había sucedido. Sin duda, la carta tiene impacto en la legitimidad presidencial pues incide en un país que desde 2016 está cada vez más radicalizado. Así mismo, es evidencia de la desinstitucionalización y problemas profundos en el gobierno que caracterizan el estilo de Gustavo Petro (la misma implosión ocurrió en su Alcaldía de Bogotá), pero que ahora se hacen evidentes públicamente gracias a las redes, donde vemos los enfrentamientos entre funcionarios de alto nivel. Esto refleja problemas serios de gobernabilidad derivados de la forma como Gustavo Petro ejerce el poder, y de la fuerza que ha tenido un personaje oscuro en su campaña, como es Armando Benedetti », hoy ministro del Interior.ResentimientoLa pregunta del por qué ahora, Pizano la entiende así: «Porque hasta ahora Leyva está elaborando su resentimiento porque el presidente no lo apoyó después de que la Procuraduría lo destituyó por 10 años tras el escándalo en torno a la contratación para la elaboración de pasaportes, proceso en el que también estaba involucrado su hijo. Sin embargo, el hecho de que Leyva sea oscuro y con sombras, y la carta sea baja, no nos puede llevar a desconocer los problemas graves en el ejercicio de gobierno por parte de Gustavo Petro».En esa forma de gobernar del presidente Petro, la carta también lo deja en mal pie con sus pares mundiales. «Cada presidente que reciba a Petro y lo condecore y demás, va a mirar de reojo al mandatario», comenta Camilo Reyes. «Esto en un continente tan dividido trae otras consecuencias: Milei y Bukele algo dirán y Lula tomará distancia; esto se devuelve también porque Petro ha cometido el error previo de insultar a varios de sus pares regionales, que bien pueden salir a cobrarle y descalificar su liderazgo pro tempore, con gran impacto para Colombia», y todo lo anterior sin hablar de la deteriorada relación con Estados Unidos, de las falsedades dichas sobre la supuesta cancelación de su visa a EE.UU. y cierto juego de palabras con el nombre del presidente Trump y el del Pato Donald, sobre el cual la Casa Blanca dijo tomar nota. Las consecuencias serán para Colombia.La paradoja de todo esto es que la carta, que en teoría buscaba develar una situación, dar claridad, hace todo más opaco, sin consecuencias, como ha sucedido con los demás escándalos de su mandato. Así lo entiende Elizabeth Ungar, exdirectora de Transparencia por Colombia. «No se puede distraer con la carta lo que ha venido pasando con el presidente, quien va de insulto en insulto, de agresión en agresión y mentiras. Lo de Leyva es grave, pero ya no es canciller. Todas las acusaciones de Leyva son serias. Si son falsas, que actúen contra Leyva, pero si reales, que investiguen al presidente Petro. Lamentablemente, la Justicia es inoperante y pasado el titular, nada pasa, hasta el siguiente escándalo».