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La diáspora venezolana, tras la usurpación de Maduro: «La solución es armada. Una dictadura no sale con negociaciones ni con elecciones»

«María Corina es la nueva libertadora de Venezuela. Ella hace lo que puede y está arriesgando su vida, día a día. Ella siempre infunde esperanzas, pero la solución es armada. Una dictadura no sale con negociaciones ni con elecciones». Así de contundente se muestra Orlando Álvarez , un abogado que forma parte de los ocho millones de venezolanos que se vieron forzados a abandonar su país. Álvarez llegó a España –donde actualmente viven más de 438.000 venezolanos– hace ocho años. «Vine inicialmente de manera cautelar debido al grave deterioro de la situación económica y la seguridad personal en Venezuela». Como él, millones de compatriotas dejaron el país buscando unas mejores condiciones de vida y también libertad. Para muchos, las elecciones del pasado verano supusieron una ventana de esperanza y un resquicio para que la democracia volviera a Venezuela. Sin embargo, la victoria autoproclamada de Maduro –sin mostrar las actas– llenó de rabia y frustración a esa diáspora . Pero, a pesar del fraude, siguió soñando gracias a las arengas de María Corina Machado y del presidente electo, Edmundo González , quien aseguró que utilizaría cualquier vía para estar en Caracas el día 10 de enero e investirse como presidente. Pero no pudo ser. Álvarez, que estaba dispuesto a volver a su país de no haberse producido el fraude electoral, no se mostraba muy optimista con la posibilidad de que González pudiera juramentarse este viernes. «Es muy difícil pedirle a alguien mayor, que nunca estuvo involucrado en política, que regrese a Venezuela arriesgando su vida. Además que eso no solucionará nada. Él es más útil en el exterior por su formación diplomática. Ojalá esté hablando de una intervención militar en Venezuela», declara a ABC este abogado, que no cree en una solución dialogada a una crisis que se perpetúa. «No veo muchas expectativas. Eso de que el Gobierno de EE.UU. ofrezca recompensas por ayudar a capturar a Maduro, Diosdado y Padrino López suena ridículo cuando se supone que EE.UU. es la principal potencia mundial», argumenta. «Por otra parte, las sanciones nunca han funcionado. La única vía es una intervención armada».Noticia Relacionada estandar Si Máxima presión de las petroleras para impedir el embargo a Venezuela David Alandete | corresponsal en washington El negocio peligra por un aumento sanciones, y se ha desplegado en Washington una legión de \'lobistas\'Jenny (prefiere no dar su apellido) tampoco confiaba en que pudiera celebrarse la investidura de González, Maduro no se lo permitiría. «Desde que el 28 de julio se supo que perdió y se autoproclamó ganador, pensé que no iba a ceder el puesto de presidente», asegura esta licenciada en Educación Integral, que lleva seis años viviendo en Argentina y que reconoce que tenía un atisbo de esperanza de cambio: «Nunca se pierde, pero de verdad era un milagro».«Yo espero que las fuerzas armadas despierten para que se acabe esta pesadilla de una vez por todas y así pueda instalarse un gobierno democrático» Jenny Venezolana exiliada en Buenos AiresSobre el futuro de su país, reconoce que lo ve «incierto. El chavismo está arraigado en el poder», asegura, aunque algo se está moviendo dentro de Venezuela: «El resto del país está reclamando los resultados de las elecciones; el mundo despertando y opinando; otros venezolanos solo esperando ver qué sucede para salir del país o quedarse... Yo espero que las fuerzas armadas despierten para que se acabe esta pesadilla de una vez por todas y así pueda instalarse un gobierno democrático y Venezuela pueda levantarse, necesita muchos cambios y muchas décadas para recuperarse porque hay demasiada corrupción en todos los niveles», lamenta.Tristeza y rabiaDesde Londres, Susana Chaparro , recuerda cómo un día antes de la investidura algunos familiares en Venezuela le hablaron «de una tensa calma y una fuerte presencia represiva. Lo más alarmante fue la detención de María Corina Machado», explica a ABC esta venezolana que dejó su país en 2002. Chaparro confiesa que al final del día 10 «todos tuvimos que encarar, cada uno a su manera, la tristeza, la rabia, el desánimo, la decepción», sentimientos encontrados fruto de «unas expectativas muy altas» en la toma de posesión de González como presidente.En su caso, las palabras de María Corina tras el viaje frustrado de González resultaron «alentadoras, pero me faltó escuchar que se iba a activar un plan B, o que nos indicaran los pasos a seguir tras consumarse la usurpación». En cuanto a las del presidente electo, las califica de «acertadas, especialmente aquellas dirigidas a las Fuerzas Armadas de Venezuela », en las que pidió desconocer las órdenes dadas por el usurpador y preparan su regreso al país. Pero reconoce que el hecho de que González esté fuera del país, resta «fuerza y credibilidad» a su discurso. «Pero es mejor tenerle en el exilio que muerto», subraya.El aumento de la recompensa y las sanciones «ya no es suficiente. Pero queda la posibilidad de que sea su propia gente [la de Maduro]quien le entregue» Susana Chaparro Venezolana exiliada en LondresRespecto a cómo ve el futuro de Venezuela, no tiene dudas: «Los venezolanos sabemos que el golpe de Estado del día 10 no tiene respaldo mundial, que no va a durar mucho tiempo, y hay gente en Venezuela sin miedo y dispuesta a defender la democracia. Esperamos ver a una fuerza internacional con acciones concretas contra este régimen asesino y usurpador», afirma Chaparro, que considera que el aumento de la recompensa y las sanciones «ya no es suficiente. Pero queda la posibilidad de que sea su propia gente [la de Maduro]quien le entregue». Y subraya que lo importante ahora es «concentrarnos todos en salir del usurpador».La voluntad del puebloDesde Bogotá, Colombia, María Corina Rivodó, vivió el 10 de enero «con mucha expectativa e ilusión por un cambio tan esperado y luchado por más de 20 años. Al ver tan temprano ese día la posesión de Maduro fueron sentimientos encontrados, por un lado, el logro de que estuviera tan solo sin ningún presidente democrático», afirma. «Es un espaldarazo a los millones de venezolanos que vivimos fuera y pedimos que no se apoyara esta posesión ilegítima que no tiene ninguna validez». Tras ver la detención de María Corina y la herida de bala que sufrió su conductor un día antes de la investidura, considera que no se daban las condiciones para que González viajara a Venezuela: «Esto no quiere decir que no sea el presidente, él tiene la legitimidad de casi ocho millones de venezolanos que votaron por él más los millones que estamos fuera que no se les permitió votar».«Es el momento de que las fuerzas armadas se pongan del lado del pueblo venezolano que tanto ha luchado por liberar a todo un país» María Corina Rivodó Venezolana exiliada en BogotáCoincide con sus compatriotas en el papel necesario del Ejército venezolano para salir de la crisis. «Es el momento de que las fuerzas armadas se pongan del lado del pueblo venezolano que tanto ha luchado por liberar a todo un país y ese país también los incluye a ellos y sus familias. El artículo 5 de la Constitución de Venezuela lo dice claramente \'La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo\', de manera que ellos deben acompañar y defender esta voluntad y la Constitución». Y pide a la comunidad internacional su apoyo: «Venezuela es hoy un país secuestrado por una dictadura cruel y criminal, no se puede liberar sola. Únicamente unidos con el apoyo internacional podemos conseguir la libertad y esto será un logro de todos los que nos apoyen». Y tiene palabras para María Corina y Edmundo González: «Seguiremos atendiendo el llamamiento de nuestros líderes a salir a las calles hasta lograr la libertad de nuestro país . ¡Hasta el final, no nos rendiremos!».

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