La extrema derecha austriaca muestra su fuerza con la victoria de las elecciones regionales en Estiria

Antes de Navidad, se espera la formación de gobierno en Austria , una coalición liderada por el canciller en funciones Karl Nehammer y formada por el conservador Partido Popular (ÖVP), Partido Socialdemócrata (SPÖ) y los liberales Neos con el objetivo de evitar que el líder de la extrema derecha del FPÖ, Herbert Kickl , el candidato más votado en las últimas elecciones, termine mudándose al número uno de la Ballhausplatz, la sede de la jefatura del gobierno austriaco. Las negociaciones en curso han recibido un toque de atención, sin embargo, en las elecciones regionales celebradas ayer en Estiria, donde el FPÖ ha doblado su anterior resultado y ha logrado su mejor dato histórico (35%) adoptando el papel de víctima, acosado por grandes «partidos establecidos» que no reconocen su democrática victoria. El ÖVP (26,88%) y el SPÖ (21,36%), en cambio, obtienen sus peores resultados hasta la fecha. Neos (5,9%) y Verdes (6%) alcanzan a defender su presencia en el parlamento regional. El FPÖ gana por primera vez unas elecciones regionales fuera de Carintia, su feudo tradicional, según una encuesta de Hajek para Puls24/ATV debido a la insatisfacción con el comportamiento en Viena de los otros partidos. En números absolutos, 52.000 votantes que optaron al ÖVP en las elecciones de hace cinco años se han pasado al FPÖ en estas regionales. Además, el FPÖ ha sido capaz de atraer a 56.000 antiguos no votante s y a 22.000 votantes del SPÖ. Solo el 37% de los 229.000 votantes actuales del FPÖ han votado igual que en 2019.«Ola azul» frente a la «marca verde»El voto de protesta manifestado en Estiria ha sido bautizado por los medios austriacos como la «ola azul» que barre en la «marca verde», en alusión al anterior peso de los ecopacifistas en este territorio. El gran perdedor de las regionales, ha cargado con el cartel de «peón» del también verde Alexander von der Bellen , el presidente de Austria, que en lugar de encargar a Kickl el mandato de formación de gobierno ha redirigido el resultado electoral hacia la coalición de perdedores. «El resultado, en esas dimensiones, es aterrador« ha valorado Hermann Schützenhöfer, líder conservador regional, que habla de «un frente de tormenta que ha estallado en Estiria« y describe a los votantes como »mordidos por los actores políticos de Viena«. «Desde que Van der Bellen no dio la orden a Kickl de formar gobierno, sino al segundo más votado, el estado de ánimo en nuestro país ha empeorado aún más y ya es casi imposible luchar contra él«. El tripartido (ÖVP, SPÖ, Neos) previsto en el gobierno federal también contaría con una estrecha mayoría en el parlamento regional de Estiria, pero el líder regional del FPÖ, Mario Kunasek, reclama »encabezar este gobierno, lo contrario sería impensable«.Mientras tanto, en el Palacio Epstein de Viena, comenzó el lunes la última reunión de las negociaciones para la formación del gobierno federal, que arrancan con un elevado nivel de presión debido a las elecciones en Estiria. «Los habitantes de Estiria han pronunciado hoy una palabra muy clara de poder que deslegitima esa negociación», ha declarado Kickl, para quien Estiria ha votado «contra un sistema político congelado». «¡ÖVP y SPÖ han sido castigados! Por lo tanto, queda por ver si esta nueva derrota electoral aplastante dará a las fuerzas razonables del ÖVP el coraje para corregir de manera sostenible el giro a la izquierda de Nehammer hacia el semáforo de los perdedores austro», ha sugerido el líder del FPÖ. «El semáforo alemán debe estar planeando sobre sus oídos«, se ha referido también al fracaso del gobierno alemán, »lo que se necesita ahora es un gobierno que pueda trabajar sobre una base común amplia y que no sólo esté unida por la voluntad de impedir gobernar al partido con más votos«.