Israel fue capaz de matar hace meses al líder de Hamás en su refugio en pleno corazón de Teherán , y ahora ha coronado su operación contra Hizbolá, el grupo armado no estatal más fuerte del mundo, eliminando a su líder en pleno corazón del Líbano. La muerte de Nasralá es, pues, ante todo un éxito de la Inteligencia y del Ejército israelí, que demuestran un altísimo grado de preparación . Y es también un golpe psicológico contra el movimiento islamista libanés que desde que comenzó la guerra en Gaza, hace casi un año, no ha dejado de bombardear el norte de Israel con miles de cohetes. El impacto anímico en Hizbolá de la Operación Bíper, la explosión de miles de buscapersonas de militantes hace pocas semanas, fue notable. La eliminación ahora de su líder, Hasán Nasralá, puede ser aún más contundente para el objetivo de Israel de neutralizar al movimiento islamista libanés.Noticia Relacionada estandar No Netanyahu, ante la ONU: «Tengo un mensaje para los tiranos de Teherán. Si nos golpeáis, os golpearemos» javier ansorena | corresponsal en nueva yorkDada la estrechísima relación entre Hizbolá y la Guardia Revolucionaria de Irán, el cuerpo armado de elite del régimen fundamentalista persa, la desaparición del líder libanés vuelve a arrojar el balón al campo de Teherán. ¿Cómo reaccionará el régimen de los ayatolás? ¿Volverá a limitarse a decir, como ocurrió tras el asesinato del líder palestino de Hamás, que «su venganza será terrible» o pasará a la acción, al quedarse sin peones en las proximidades de Israel?A corto plazo, es de esperar sin embargo que se reduzca el peligro de una invasión terrestre de Israel del sur del Líbano, con la consecuente magnificación del conflicto. El asesinato selectivo de líderes de Hizbolá , culminado con el de su líder máximo, es un golpe al prestigio y a la capacidad de maniobra del grupo chií -que tiene secuestrado desde hace años a los otros dos tercios del Líbano, el suní y el cristiano-; algo que debería acallar a medio plazo el ruido de los misiles y de las represalias aéreas.El asesinato selectivo de líderes de Hizbolá, culminado con el de su líder máximo, es un golpe al prestigioLlevará meses al movimiento chií libanés reponerse de este golpe . Un plazo que, en el mejor de los escenarios, deberían usar las instituciones del Líbano para recuperar el espacio que les robó el matonismo de Hizbolá.