Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Internacionales

La resistencia contra Trump de su estupor y toma Washington

La resistencia ha vuelto. Ha tardado en reaccionar, pero finalmente ha salido del estupor en que quedó sumida tras la contundente victoria de Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre . Con el regreso de Trump a la presidencia, también vuelven los gorritos de lana color rosa feminista, las pancartas en defensa del aborto y los disfraces de útero y de doncellas de \'El cuento de la criada\'. Todo eso y mucho más estaba presente este sábado en las calles de un Washington frío, aunque aún no glacial como se espera para la segunda jura del presidente electo.No fue la abrumadora multitud de hace ocho años, cuando más de 200.000 manifestantes tomaron las calles para clamar contra un presidente al que negaban toda legitimidad. En aquel entonces, Trump había perdido el voto popular y las sospechas de injerencia rusa, alimentadas por Hillary Clinton , ya comenzaban a empañar su llegada al poder.Esta vez no hay paliativos: Trump ha ganado con contundencia . Se llevó el voto popular y todos los estados decisivos, y cuenta con una sólida mayoría en el Capitolio . Sus seguidores no se esconden ni se avergüenzan. Mientras la marcha avanzaba este sábado, desde las plazas al norte de la Casa Blanca hasta las cinematográficas escalinatas del Monumento a Lincoln , muchos simpatizantes del presidente observaban desde las aceras divertidos, como quien visita un zoológico. Señalaban, cuchicheaban y sonreían, todos con sus gorras rojas y el lema que divide al país: «Make America Great Again», «Hagamos América Grande Nuevamente».Noticia Relacionada estandar Si EE.UU. y China trabajarán juntos «por un mundo más pacífico y seguro» Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York Por primera vez en su historia, el régimen comunista de Pekín envía a la investidura a un alto cargo, el vicepresidente Han ZhengEn la manifestación, la mayoría abrumadora eran mujeres, pero no era únicamente un acto feminista. Este desfile ofrecía un espacio para todos los agraviados preventivamente por Trump: los ecologistas, los socialistas, los antirracistas, los animalistas y los LGBTQIA+, todos unidos en su repulsa a un hombre que no es, como creían, una aberración en la historia de su país, sino representante de un sentir mayoritario y protagonista de una de las mayores hazañas políticas de la historia norteamericana.La cabecera de la manifestación era, sin duda, un espectáculo colorido: un \'drag queen\' con la cara pintada de azul y vestido para esquiar, perfectamente acorde con las calles nevadas; una anciana en silla de ruedas sujetando una pancarta que decía: «No puedo creer que todavía tenga que protestar por estas mierdas»; y una figura barbuda de larga melena rubia, luciendo una barriga que simulaba un embarazo, con el mensaje «Aún no es un ser humano» escrito sobre ella, mientras unas manchas rojas estratégicamente ubicadas adornaban la entrepierna de sus pantalones cortos blancos, como si acabara de abortar.Megáfono en mano, caminaban al frente sujetando una pancarta con el lema de la organización: «Nosotros decidimos nuestro futuro» . Sin embargo, ese futuro, porque así lo ha elegido una mayoría, pasa ahora por la presidencia de Donald John Trump .«A Hitler también lo eligieron»Preguntada sobre la aparente contradicción de protestar contra un presidente elegido democráticamente, Leah Cortazo , una de las manifestantes vestida como doncella de \'El cuento de la criada\', fue tajante: «A Hitler también lo eligieron por mayoría, y eso no quiere decir que fuera el futuro correcto«. Con 37 años y llegada desde Chicago, Cortazo lucía la característica capa roja y la cofia blanca que simbolizan el control sobre el cuerpo femenino en la novela de Margaret Atwood . No estaba sola. «Si nos callamos, en cuatro años tendremos que ir todas así», sentenció, subrayando el tono apocalíptico de la protesta.La hipérbole era el motor de la marcha: Trump comparado con Hitler, Stalin o el demonio mismo, caricaturizado sobre una bomba atómica, en pañales como un bebé llorón, siempre naranja, con manos diminutas y ojos llenos de rencor. Entre las pancartas, una sostenida por Carrie Dominics , de 25 años, llegada desde Nueva York, proclamaba: «El odio no hará grande a nuestro país». Al preguntarle si los insultos y caricaturas dirigidas a Trump no podrían considerarse también discurso de odio, respondió sin dudar: «No, porque él empezó. Hay que pararle los pies, no hay que rendirse, y a veces tienes que responderle con sus propios métodos».Dominics explicó que el odio al que se refería su pancarta era el que, según ella, Trump destila contra los inmigrantes, las mujeres, los homosexuales y los latinos. Cuando se le recordó que muchos latinos votaron mayoritariamente por Trump esta vez, respondió que «no sería la primera vez que alguien vota en contra de sus propios intereses».Ola de frío árticoSi algo consiguieron los convocantes de la marcha fue llenar las calles del centro de Washington y la escalinata frente al monumento a Lincoln, la que hizo famosa la película \'Forrest Gump\' , escenario de algunas de las protestas más importantes de la historia del país. Es algo que, sin duda, puede incomodar a Trump, pues el presidente electo quería darse un baño de masas, resarcirse de su primera jura, cuando no logró reunir a tantos asistentes como su predecesor, Barack Obama . Es algo que no se le ha quitado de la cabeza desde entonces, y ahora el parte meteorológico le priva de la catarsis que sin duda cree que merece.La jura tendrá que ser dentro del Capitolio , sin público, por una sensación térmica de -12 °C. Para tratar de contrarrestar las imágenes de la protesta del sábado, mantendrá un mitin en un estadio con capacidad para 20.000 personas. No había muchas más en esta primera protesta de su segundo mandato.

Dejá tu opinión sobre este tema

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso