A pesar de que la Defensa y la inmigración mueven grandes masas de voto, el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Friedrich Merz está convencido de que la batalla económica no es menos importante. La economía alemana permanece estancada al borde de la recesión , sin haber logrado todavía recuperarse de la pandemia, y la CDU promete devolverla a una velocidad de crucero del 2% del PIB con la reforma fiscal que planea, si gana las elecciones del 23 de febrero . La Junta Directiva Federal, reunida hoy en Hamburgo prevé una gran reforma fiscal, un mercado laboral más flexible y precios de la energía más bajos. Es la denominada «Agenda 2030».El proyecto transversal contiene una reforma fiscal en pasos de cuatro años que debería comenzar a principios de 2026 y que reducirá la carga impositiva sobre la renta. El tipo impositivo máximo se aplicará sólo a las rentas superiores a 80.000 euros y la desgravación fiscal básica irá aumentando anualmente. El pago de horas extraordinarias quedaría libre de impuestos para los empleados a tiempo completo. Para los jubilados que continúan trabajando voluntariamente, los ingresos de hasta 2.000 euros al mes permanecerían libres de impuestos. Merz planea además abolir por completo el recargo de solidaridad , destinado a igualar el nivel económico de la Alemania oriental, la antigua RDA comunista, que los contribuyentes vienen pagando desde la reunificación, y convertir el subsidio ciudadano en una «nueva seguridad básica».Noticia Relacionada estandar Si Alemania y Francia establecen las bases de la cooperación europea con la nueva Siria Rosalía Sánchez Los ministros de Exteriores, enviados por la UE, se reunieron con el líder del país, Ahmad al SharaaAdemás, planea la creación de una Agencia Federal Digital para la Inmigración Cualificada, encargada de reclutar trabajadores cualificados extranjeros, que satisfagan la demanda del mercado laboral sin lastrar el sistema de ayudas sociales. Merz tiene también planes para la jornada laboral. El tiempo máximo de trabajo será contabilizado de forma semanal en lugar de diaria, con lo que considera que se ganará en flexibilidad.Uno de los grandes problemas que mantiene bloqueada a la industria alemana es el precio de la electricidad. La CDU aspira a una reducción de al menos cinco céntimos por kilovatio hora , por medio de la reducción de los impuestos sobre la electricidad y las tarifas de red. Para fortalecer la industria automovilística, quiere revertir la eliminación progresiva de los motores de combustión, aunque no prevé retomar la energía nuclear, cuyo final quedó legislado en 2011 por Angela Merkel . La CDU quiere también liberar a los emprendedores de gran parte de la burocracia en la fase de puesta en marcha y promover la digitalización y las aplicaciones de inteligencia artificial. Convertir la ciberseguridad «Made in Germany» en una marca global y a Alemania en un lugar atractivo para empresas innovadoras en el ámbito de la ciberseguridad y la criptoeconomía. Para fomentar la investigación y el desarrollo, fija el objetivo de inversiones del 3,5% del PIB anual hasta el año 2030.Otra de las herramientas con las que Merz espera reactivar la economía es desencadenar un boom de la construcción en Alemania. «Queremos ver más grúas de construcción en nuestro país en tan solo unos meses», afirma el proyecto de resolución. Se acelerarán los procedimientos de homologación para el transporte, la construcción, la infraestructura digital y las instalaciones industriales. La CDU quiere garantizar con todo ello viviendas más asequibles.En cuanto a la política financiera, la CDU apuesta por una tríada: respeto al freno constitucional a la deuda, alivio fiscal e inversiones necesarias. El freno a la deuda fue la palanca que llevó a la ruptura de la coalición semáforo de Olaf Scholz y será difícil de mantener si la CDU no obtiene la mayoría absoluta y necesita socios para gobernar. Si las elecciones se celebrasen hoy mismo, los conservadores obtendrían el 32% de los votos, según Forsa, seguida de la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) con el 19% y del Partido Socialdemócrata (SPD) con el 17%. Para poner las cosas claras a sus socios, Merz desea realizar previamente una auditoría financiera, en la que se examinarán todos los gastos, especialmente los subsidios que aumentaron fuertemente durante los años de la coalición semáforo de Olaf Scholz . La CDU aprobará este documento en su conferencia del partido del 3 de febrero, un programa inmediato con medidas que se aplicarán inmediatamente si asume la responsabilidad gubernamental. «Los desafíos son tan grandes que no tenemos tiempo que perder», insiste en la necesidad de inmediatez de las medidas, «Esto cuenta desde el primer día».