Parte de la conmoción de la América corporativa con el asesinato de Brian Thompson tiene que ver con que el acusado de pegar tres tiros al CEO de UnitedHealthcare podía haber sido uno de los suyos. Luigi Mangione , encerrado ahora en una cárcel de Pensilvania, proviene del mismo paño del que sale buena parte de la elite empresarial de EE.UU. Un producto de una familia adinerada de la costa este. El alumno que dio el discurso de graduación en un colegio privado solo de chicos, con una matrícula de 40.000 dólares al año. El premiado por su expediente en la Universidad de Pensilvania, una de las que forman -con Harvard, Princeton o Yale- la Ivy League. Un joven con espíritu emprendedor, con un futuro prometedor en el sector tecnológico.¿Cómo acabó un chico bien de Baltimore (Maryland), inteligente, social y atractivo, disparando por la espalda a Thompson (al contrario que Mangione, la víctima no provenía de un entorno privilegiado, sino de la clase media de Iowa)? Eric Adams, el alcalde de Nueva York, el escenario del crimen, considera que se radicalizó en el campus señorial de la Universidad de Pensilvania. «Es un joven que fue a una universidad de la Ivy League, proveniente de una familia adinerada, que tenía todo lo que muchos estadounidenses querrían. Pero acabó odiando a las empresas y otras cosas», dijo Adams en un programa televisivo. «Estamos radicalizando a nuestros hijos en general, pero en especial en esos campus de la Ivy League», añadió.No está claro, sin embargo, que esa radicalización ocurriera en su etapa universitaria. Con el paso de los días, los trazos del retrato de Mangione se aclaran . Y emerge un joven conflictuado, afectado por problemas físicos y ensombrecido por una visión cada vez más desencantada de la sociedad.Noticia Relacionada estandar Si Un asesino convertido en héroe popular en EE.UU. Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York La \'gesta\' de matar por la espalda a un CEO se celebra en homenajes, canciones, \'merchandising\' y una oleada de simpatía \'online\'Entre testimonios a amigos y conocidos a medios estadounidenses y sus propios escritos en redes sociales, la pista de Mangione se puede seguir hasta la primavera de este año. Pero sus problemas empezaron antes. Al parecer, ha sufrido «neblina mental», una especie de fatiga cognitiva. Quizá se originó por contraer la enfermedad de Lyme que tiene, entre otros efectos, cansancio mental, mal sueño y problemas de sensibilidad en el cuerpo. Esa «neblina mental» empeoró en su época universitaria.«Es brutal padecer un problema que detiene tu vida, en especial porque desgasta el pensamiento crítico/lógico que normalmente usas para enfrentarlo», escribió Mangione en una ocasión. «La gente a tu alrededor no entiende tus síntomas». Además de esa condición, sufría fuertes dolores de espalda.Esos padecimientos no le impidieron seguir en la universidad y graduarse con brillantez. Entró a trabajar en una empresa tecnológica de compraventa de coches y en 2022 se mudó a Honolulu (Hawái), desde donde trabajaba de forma remota. Una lesión haciendo surf exacerbó sus problemas de espalda, que se convirtieron en un tormento que incluso le limitaba tener relaciones íntimas, según aseguró a \'The New York Times\' R.J. Martin, el fundador de Surfbreak, la residencia compartida por creativos y trabajadores remotos en la que vivía Mangione .Arte callejero que representa al personaje de videojuego Luigi y un logotipo de UnitedHealthcare tachado, en referencia a Luigi Mangione , sospechoso del asesinato del director ejecutivo de UnitedHealth, Brian Thompson, aparece en una pared del Pike Place Market en Seattle, Washington ReutersEl deterioro físico vino acompañado de un desencanto generalizado. A comienzos de 2023 dejó su trabajo. Era «aburrido hasta ablandar la mente», escribió entonces. En el verano de ese año se operó de la espalda con un doctor de la costa este de EE.UU.. La cirugía fue bien, pero la experiencia profundizó sus dudas en la industria sanitaria.«Vivimos en una sociedad capitalista», escribió». «Me he dado cuenta de que la industria médica responde más a esas menciones (decir que el dolor te impide trabajar) que cuando describes un dolor insuperable y cuánto está afectando a tu calidad de vida».Después de la cirugía, visitó a sus amigos en Hawái y a su familia en Maryland. A comienzos de este año, se fue de viaje en solitario a Asia. Estuvo en Tailandia y Japón. En ocasiones, dio muestras de disfrutar esta aventura. Pero los fantasmas no habían desaparecido. «Quiero pasar un tiempo en plan zen», le dijo a un amigo por mensaje de voz, según el diario neoyorquino.«La impresión que me quedó de él, además de su curiosidad y de su bondad, fue la de una gran preocupación por el futuro de la humanidad y una determinación de mejorarse a sí mismo y al mundo», aseguró otro viajero con el que trabó amistad. Entre los problemas que discutieron, estaban los precios desorbitados de la sanidad en EE.UU.Luigi Mangione, de 26 años, posa para una fotografía de arresto en Altoona, Pensilvania ReutersPara entonces, su actividad en redes sociales -donde mezclaba posiciones izquierdistas y conservadoras- daba pistas sobre una posible inclinación hacia la radicalidad. Escribió de forma positiva sobre el manifiesto de Ted Kaczynski , más conocido como \'Unabomber\', el terrorista que causó pánico en EE.UU. durante décadas con sus cartas-bomba. El \'Unabomber\', fallecido el año pasado, era un anarquista que consideraba que la tecnología conduce a la Humanidad hacia su destrucción. En una opinión que dejó en la red social GoodReads sobre el manifiesto, Mangione compartió un pasaje de otro usuario que le pareció «interesante»: «La protesta pacífica se ignora por completo, la protesta económica no es posible en este sistema. Así que, ¿cuánto vamos a tardar en reconocer que la violencia contra los que nos lideran hacia esa destrucción se justifica como defensa propia?».Su última presencia en redes sociales fue el día 25 de mayo. Dedicó a Kaczynski un vídeo con imágenes de grupos de gente haciendo \'streaming\' en sus teléfonos móviles. Después de eso, se esfumó. Cortó el contacto con familia y amigos.Una mujer sostiene un cartel mientras cerca del restaurante McDonald\'s donde fue arrestado Mangione: «Los CEO de las aseguradoras corruptas tienen que irse» ReutersLo que pasó por la cabeza de Mangione desde entonces hasta la mañana en la que esperó a Thompson en una acera del corazón de Manhattan es la clave para entender el asesinato. El acusado fue detenido en Altoona, un pueblo de Pensilvania, el pasado lunes, cinco días después del crimen. La policía le confiscó una pistola y un silenciador similares a los que se vio utilizar al asesino en las imágenes de las cámaras de seguridad, además de varios DNI falsos, un manifiesto de tres páginas y un cuaderno. En este último podrían estar muchas pistas de su motivación. Según han asegurado fuentes policiales a la cadena ABC News, parte de las anotaciones en el cuaderno tienen el estilo de un diario y las primeras están fechadas a mediados de este año. Algunas tienen que ver con un deseo de mejorar su salud y de encontrar un propósito a su vida. Pero con el paso de los meses tiene más protagonismo un resentimiento creciente hacia la industria sanitaria. En concreto, hacia las aseguradoras médicas. Y, de forma específica, la más grande de todas, UnitedHealthcare , la que dirigía Thompson.Allí mostró su intención de disparar al CEO en su llegada a la «convención anual parasítica de recuento de habichuelas», anotó en referencia al encuentro con inversores de la compañía al que acudía Thompson. Era una forma «precisa» de «liquidarlo» y «sin riesgo para inocentes».Mientras estaba desaparecido y vertía su inquina en su cuaderno, la preocupación caló entre los amigos y familiares de Mangione. No contestaba llamadas ni mensajes. En septiembre, su número desapareció de un grupo de WhatsApp de exalumnos de su universidad residentes en Hawaii. Nadie sabía nada de él. Su madre acabó por denunciar su desaparición ante la policía de San Francisco, donde creían que podía estar (un agente de la ciudad californiana, tras ver la imagen del sospechoso en la prensa, advirtió a la policía de Nueva York de que el asesino podría ser aquel desaparecido; para entonces, Mangione ya se había fugado de Nueva York).Una vista del exterior del SCI Huntingdon donde Mangione se encuentra detenido ReutersMuchos de esos familiares y amigos debieron reconocer a Mangione en cuanto su foto se propagó en los periódicos, telediarios y redes sociales. El rostro del sospechoso del asesinato de Thompson, todo el tiempo cubierto por un pasamontañas, fue capturado por una cámara de seguridad del hostal en el que se quedó. Todavía EE.UU. no conocía su nombre, solo su sonrisa a la recepcionista. Luigi Mangione había reaparecido. Ahora es un fenómeno \'pop\' en un EE.UU. desquiciado, convertido para algunos en un héroe popular pese a su asesinato a traición. El chico bien de un suburbio de Baltimore cumplió con el pronóstico de su juventud: dejaría su impronta en la sociedad. Nadie pensó que fuera con tres tiros por la espalda a un alto ejecutivo de una de las mayores compañías del mundo.