Francia espera que Vladímir Putin «vuelva a la razón» y evite una «escalada» militar, estimando que el disparo de un misil intercontinental contra Ucrania sería «un acontecimiento extremadamente grave».Tercera potencia atómica continental, Francia intenta evitar riesgos mayores, para Ucrania y Europa, si las grandes potencias nucleares, presentes en el «teatro europeo», los EE. UU., Rusia, Francia y el Reino Unido, por ese orden, evitan el riesgo de la «tentación nuclear», catastrófica para todas las partes.Emmanuel Macron, presidente, el primer responsable del control del «botón» nuclear, en París, ha advertido a Putin: «Modificando la doctrina nuclear rusa, Vladímir Putin esboza una escalada peligrosa. Nos parece prudente una vuelta a la razón, para evitar riesgos mayores».Tras el anuncio del disparo de un misil intercontinental ruso, que fuentes estadounidenses citadas por Reuters aseguran que se trata de un misil balístico de alcance medio, contra Ucrania, Christophe Lemoine, portavoz oficial del Quai d\'Orsay, Ministerio de asuntos exteriores, hizo esta declaración: «Si ese tiro se confirmase, se trataría de un acontecimiento extremadamente grave».Visto bueno de Londres y WashingtonWashington y Londres han aceptado que el Gobierno ucraniano utilice misiles de medio alcance contra Rusia. París, por el contrario, adoptó, desde el principio de la guerra neocolonial rusa contra Rusia, por una postura sensiblemente diferente.Cada vez que Putin o sus portavoces, en Moscú, han amenazado con la «posibilidad» del uso del sable nuclear, Macron y sus sucesivos ministros de la defensa y asuntos exteriores han advertido que Francia «también» es una potencia atómica.Desde hace años, sucesivos presidentes han insistido en poner el arma nuclear francesa «al servicio de la seguridad común, europea».Se trata de una posición capital, de principio. París «podría» utilizar sus misiles nucleares si la seguridad de los aliados europeos, miembros de la Alianza Atlántica y su organización militar integrada, la OTAN, estuviese «amenazada». ¿Cuál es el umbral de ese riesgo catastrófico?Las advertencias francesas, desde el inicio de la guerra, han tenido un éxito muy relativo. Moscú no ha dudado en consumar una escalda que tiene varios frentes, de la intervención de soldados coreanos en Ucrania al posible uso de misiles intercontinentales.Desde hace días, la respuesta de Washington y Londres ha sido relativamente «comedida»: autorizar el uso de misiles de medio alcance contra Rusia. El uso de armas nucleares, tácticas (corto alcance) o estratégicas (largo alcance), cambiaría el rumbo de la guerra de modo muy particularmente inquietante.Ante ese riesgo, Macron, presidente, y su gobierno de cohabitación, han optado por seguir lanzando «advertencias», evitando la escalada nacional.