Setenta y cuatro días después de la segunda vuelta de las elecciones anticipadas, dos semanas después de su laborioso nombramiento, Michel Barnier , primer ministro, presentó a Emmanuel Macron, presidente de la República, a última hora de la tarde del jueves, un proyecto de gobierno conservador, de centro, centro-derecha y derecha tradicional.Si ese proyecto es «aprobado», la noche del jueves o el viernes, el nuevo equipo podría presentarse en la Asamblea Nacional (AN), primera camera del Parlamento nacional, a primeros de octubre. A lo largo de la tarde del jueves, Barnier presentó a una docena de líderes centristas, de centro derecha, derecha e «independientes» las grandes prioridades de su proyecto gubernamental: «Mejorar el nivel de vida de los franceses y el funcionamiento de los servicios públicos». «Controlar la inmigración y hacer progresar la integración». «Controlar nuestras finanzas públicas y reducir la deuda ecológica».Se trata de piadosas ambiciones ecuménicas, que dejan sin respuesta las preguntas esenciales que se hacen los franceses y la Unión Europea (UE): ¿Se subirán los impuestos para poner coto a los déficits y la deuda pública? ¿Se cerrarán las fronteras nacionales para frenar la inmigración, como ha hecho Alemania?Noticia Relacionada Personalidad política con «más futuro» estandar Si Marine Le Pen sigue creciendo en popularidad, según las encuestas Juan Pedro Quiñonero | corresponsal en parísConocidas las «ambiciones» de gobierno, todavía será necesario esperar dos semanas para conocer con precisión los proyectos concretos. Michel Barnier ha aplazado hasta el 1 de octubre su presentación en la Asamblea Nacional , donde lo esperan rayos y truenos de protestas políticas contra una agenda muy cargada, inflamable e imprevisible.La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), ha presentado un proyecto de destitución de Emmanuel Macron, por violar e incumplir el «mensaje» de las elecciones anticipadas de finales de junio y primeros de julio. Ese proyecto parece llamado a fracasar, pero atizará reacciones muy crudasLFI también amenaza con presentar una moción de censura contra el nuevo gobierno francés, estimando que Macron ha elegido un gobierno con los partidos que perdieron las elecciones anticipadas. Marine Le Pen ha lanzado una advertencia: «Macron ha instalado el caos. Nosotros no queremos acabar con el gobierno precipitadamente. Votaremos en función del programa que nos presente». Amenaza apenas velada.Tras la presentación parlamentaria, el nuevo gobierno deberá presentar los presupuestos del Estado, a mediados de octubre. Volverá a plantearse la amenaza de una nueva moción de censura. Desde antes de su formación, el nuevo gobierno de Francia, mientras dure, estará sometido al chantaje o la «presión» de una moción de censura votada, si llega a producirse, por la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon y la extrema derecha de Marine Le Pen.
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