El médico personal del papa Francisco, Fabrizzio Socorsi, murió por complicaciones debidas al Covid-19, informan los medios vaticanos. Soccorsi, de 78 años, estaba ingresado en el hospital Agostino Gemelli de Roma desde el 26 de diciembre por una patología oncológica (cáncer), pero la causa del fallecimiento se debió a la complicación de una pulmonía provocada por el COVID-19.
Socorsi había sido elegido como médico personal por Francisco en 2015, cuando era consultor de la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano y director emérito de Hepatología del Hospital San Camilo de Roma.
De acuerdo al perfil difundido por la Santa Sede, Soccorsi, nacido en Roma, se licenció en Medicina y en Cirugía en la Universidad “La Sapienza” de Roma en 1968 y ha desarrollado una “amplia actividad profesional y docente”.
Además ha dirigido el departamento de enfermedades del hígado, del aparato digestivo y nutricionales del Departamento de medicina interna y fue especialista del Hospital de San Camilo Forlanini, en la capital italiana.
También ha impartido clases de Inmunología en la Escuela Médica Hospitalaria de Roma y de la Región Lacio.
Entre otras cosas, ha desempeñado “diversas colaboraciones y consultas” en el sector público, con más de un centenar de publicaciones y contribuciones científicas. Y fue perito de la Comisión Médica de la Congregación para las Causas de los Santos.
ACI prensa, recordó que en mayo de 2017, el Papa quiso que estuviera junto a él cuando colocaba dos ramos de rosas blancas frente a la imagen de la Virgen de Fátima durante su visita a este Santuario en Portugal.
El Papa anunció que se vacunará
Francisco anunció que se vacunará contra el coronavirus “la semana que viene”, y denunció, en una entrevista televisiva difundida parcialmente este sábado, el “negacionismo suicida” de los que se oponen a ese remedio contra la pandemia.
“La semana que viene empezaremos a hacerlo (vacunarse), ya tengo mi cita”, dijo en diálogo con la cadena italiana Canale 5. “Hay que hacerlo”, insistió el pontífice argentino, para quien “hay un negacionismo suicida que no consigo explicar”.
El pasado 2 de enero, el Vaticano había anunciado que comenzará su campaña de vacunación contra el COVID-19 a mediados de enero y que, en la misma, tendrá prioridad el personal sanitario y de seguridad pública, las personas mayores y los trabajadores en contacto con el público.
“La campaña de vacunación contra el coronavirus comenzará en los próximos días dentro del Estado de la Ciudad del Vaticano. Se espera que las vacunas lleguen en la segunda semana de enero, en una cantidad suficiente para cubrir las necesidades de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad de Vaticano”, explicó la Santa Sede en un comunicado.
Para la conservación de las dosis, se compró un refrigerador de temperatura “ultrabaja”.
El Vaticano ha aplicado una serie de medidas de prevención de contagios y las celebraciones de las Navidades se celebraron sin fieles. A finales de octubre, se decidió que las audiencias generales de los miércoles del papa Francisco volverían a ser sin fieles y a ser retransmitidas por Internet desde la biblioteca del palacio apostólico, después de que se detectara un caso de coronavirus en la que se celebró el 21 de octubre.
Un total de 501.683 personas han recibido ya la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus en Italia, según los últimos datos oficiales, mientras los expertos lanzan la alarma y piden al Gobierno medidas más restrictivas por la aceleración del crecimiento de los casos, que algunos médicos ya llaman “contagios panettone” porque son la consecuencia de las reuniones navideñas.
Del medio millón de vacunados, más de 300.000 son mujeres y cerca de 200.000 hombres, y por sectores más de 400.000 corresponden al personal sanitario, 56.000 a otro tipo de personal no sanitario como cuidadores de residencias y 30.000 ancianos que viven en ellas, los grupos que están en la primera fase de la campaña de vacunación.
Pero este proceso coincide con un empeoramiento de los datos de COVID-19 y un incremento de la velocidad de los contagios, según el Instituto Superior de Sanidad (ISS), que pide medidas más restrictivas.
De acuerdo a los últimos datos del ISS, la tasa Rt de transmisión del virus está por encima de 1 en la media nacional, y la incidencia acumulada por 100.000 habitantes en los últimos 14 días es de 313 como media.
Hay grandes diferencias entre regiones, y así el Véneto, en el norte, tiene una incidencia acumulada de 927 por cada 100.000 habitantes.