Operación Aurora

En la recta final de la campaña, Donald Trump ha prometido expulsar a las bandas criminales de inmigrantes que supuestamente su rival, Kamala Harris, ha traído de distintas partes del mundo. El anuncio lo ha hecho en Aurora, un suburbio de Denver, Colorado, que ha recibido a miles de venezolanos en los últimos dos años. Algunos de ellos se han integrado en una banda criminal llamada Tren de Aragua y han sido arrestados por la policía local. La mayoría de los vecinos no están de acuerdo con la descripción que hace Trump de su barrio como una zona de guerra. Muchos protestan por una retórica que hace más difícil la convivencia con los recién llegados. Los servicios sociales y de salud tienen más presión que nunca, pero la criminalidad de hecho ha bajado. Al candidato republicano los datos le dan igual. En el debate con Harris argumentó que en Springfield, Ohio, los inmigrantes haitianos robaban y se comían las mascotas de sus vecinos. Ahora utiliza los desafíos del suburbio de Denver ante el aumento significativo de inmigrantes para movilizar el voto. Ha bautizado como «Operación Aurora» su plan de volcar todos los recursos del gobierno federal en la liberación de Estados Unidos de la ocupación a la que someten al país los inmigrantes criminales. Con esta hipérbole trata de mantener en la primera página de las noticias los retos de la inmigración, un ámbito en el que su rival demócrata es más débil. Pero Harris contrarresta la ofensiva usando tres argumentos. En primer lugar, en 2024 el gobierno de México está colaborando más que nunca en el control de los flujos de inmigración ilegal. En segundo lugar, Donald Trump hizo descarrilar hace unos meses la legislación federal propuesta por los demócratas, aunque inspirada por los republicanos, para fortalecer la frontera y dificultar la inmigración irregular. Y en tercer lugar, Harris tiene una larga experiencia como fiscal desmantelando bandas dedicadas al tráfico de personas. Una ejecutoria personal que contrasta con la misión imposible demandada por Joe Biden al principio de su mandato de vicepresidenta, frenar en origen la inmigración centroamericana.