El gobierno de la República Checa ha abierto una investigación sobre posibles operaciones de influencia rusa a través de la iglesia ortodoxa del país, a petición del Comité de Seguridad del Senado checo, que recomienda que se cancele su actividad si se descubren violaciones legales. La Iglesia Ortodoxa Rusa en la República Checa es una extensión del Patriarcado de Moscú, estrechamente vinculada al estado ruso y al Patriarca Kirill , que ha sido sancionado por el gobierno checo por su apoyo público a la guerra de Rusia en Ucrania. Anteriormente, las autoridades checas también expulsaron al clérigo ortodoxo ruso Nikolai Lishchenko , acusándolo de crear estructuras de influencia para apoyar los intereses rusos en la UE. El Comité, por iniciativa propia, ha recomendado al gobierno que encargue a los servicios de inteligencia la investigación de esta amenaza y ha instado al ministro de Cultura checo, Martin Baxa , a investigar las actividades de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Ortodoxa en territorio checo porque sospecha que estas iglesias operan al margen de la ley. El Ministerio de Cultura checo no había encontrado hasta ahora ninguna razón para revocar el registro de estas iglesias, desde la invasión rusa de Ucrania, pero una serie de acontecimientos han suscitado inquietudes en la comisión del Senado.«La libertad de religión y asociación no debe ser objeto de abusos por parte de una potencia extranjera hostil», ha justificado el presidente de la comisión, Pavel Fischer , preocupado por los riesgos para la seguridad nacional que entraña el activismo prorruso de las iglesias ortodoxas. «No considero que la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú sea una iglesia y que sus representantes sean clérigos. Es parte de la máquina represiva del Kremlin que está involucrada en las operaciones de influencia de Rusia. Y así es como deben ser tratados no sólo en la República Checa sino en toda Europa», ha denunciado el ministro de Asuntos Exteriores checo, Jan Lipavsky .Noticia Relacionada RELATOS DE VIAJES estandar Si Praga, en el corazón rebelde del mundo austrohúngaro Eva Díez Pérez Había llegado a la ciudad leída antes que contemplada, sólo imaginada y presentida. Un lugar del que me había apropiado por lecturas, documentales y películasUno del os aspectos más preocupantes para los legisladores checos es la creciente influencia de individuos vinculados con Rusia dentro de la Iglesia Ortodoxa de las Tierras Checas, oficialmente independiente de la mencionada Iglesia Ortodoxa Rusa y con el segundo mayor número de seguidores en la República Checa, en gran parte debido al número de inmigrantes de Ucrania.La Iglesia Ortodoxa Rusa no ha respondido a la apelación del comité del Senado, mientras que la Iglesia Ortodoxa de las Tierras Checas la ha rechazado tajantemente. «Nos oponemos firmemente a la denigración sin precedentes de nuestra iglesia por parte de políticos y funcionarios ministeriales y sus esfuerzos por manipular a nuestra iglesia para que obedezca ideológicamente», ha dicho el portavoz Tomáš Jarolím , que ha adelantado que buscará resolver el asunto en el Consejo Ecuménico, órgano consultivo común de las iglesias cristianas que operan en Chequia.Desde el pasado mes de abril, la iglesia ortodoxa del cementerio de Olšany solo puede realizar ceremonias religiosas, debido a un nuevo acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento de Praga, tras quedar revocado el permiso de uso del bello monumento cultural en el que está enterrado incluso Karel Kramář , uno de los padres de la Primera República de Checoslovaquia. Otras actividades, calificadas por las autoridades locales como impropias de un camposanto, han sido prohibidas en estas instalaciones. Los lazos de varios de sus responsables con el Kremlin y con mandos de la antigua policía secreta comunista checoslovaca llevaron a romper el acuerdo de uso del templo el pasado mes de diciembre por parte del Ayuntamiento y la relación de la iglesia ortodoxa con las autoridades locales ha ido empeorando desde entonces.La Iglesia ortodoxa, fuertemente nacionalista y seguidora de Putin , es la segunda con mayor número de adeptos en la República Checa, después de la católica. Los vínculos con Moscú de sus responsables van más allá de lo espiritual, según informaciones publicadas por la Televisión Checa. Su representante en las complicadas negociaciones con las autoridades de la capital es el secretario del arzobispado de Praga, Igor Střelec , que presume de altos contactos en la esfera política y empresarial rusa. En una imagen de 2019, Střelec aparece con el diputado de la Duma Jizri Abakárov , incluido en la lista de personalidades sancionadas por la Unión Europea. Su relación con Rusia se remonta a mucho más tiempo atrás: estudió en la capital de la Unión Soviética entre los años 1981 y 1986, y en 1987 entró a formar parte de la policía secreta comunista checoslovaca (StB). Su exmujer Tatiana Střelcová lo ha confirmado a medios checos. Y a la cabeza de la Iglesia ortodoxa en Praga está el arzobispo Michal Dandár , que según el redactor jefe de HlídacíPes, Robert Břešťan , «estudió en Moscú, está en los registros de la policía secreta comunista y ahora está al frente de la iglesia ortodoxa, creo en contra de lo que gran parte de los creyentes normales desearían».