Los conservadores y la extrema derecha de Austria recortarán pensiones y subvenciones climáticas para cuadrar el presupuesto

Es la base presupuestaria del acuerdo de coalición de gobierno, que están todavía negociando la extrema derecha de Herbert Kickl (FPÖ) y el conservador Partido Popular (ÖVP) , liderado ahora por Christian Stocker . El documento consigue el difícil objetivo de cuadrar las cuentas , para evitar así un procedimiento por excesivo déficit desde Bruselas, y arregla el agujero dejado por el gobierno anterior. Pero contiene una larga y antipática lista de recortes que los responsables de ambos partidos han dado a conocer este jueves.El FPÖ y el ÖVP quieren recaudar 150 millones de euros adicionales aumentando la edad efectiva de jubilación y ahorrar 1.950 millones eliminando el «bono climático». Se trata en conjunto de ahorrar 6.300 millones de euros sin subir los impuestos y sin incurrir en más deuda. «La montaña de deuda de los últimos años nos ha llevado a intervenir» , ha justificado el portavoz de finanzas del FPÖ, Hubert Fuchs , que ha recordado que «antes de las elecciones al Consejo Nacional, nadie sabía lo grave que era la situación, solo cuando hemos accedido a las cuentas hemos sido conscientes, pero está en nuestras manos limpiar este desastre». A pesar de las dificultades, son optimistas, ya han enviado su proyecto a Bruselas y esperan en breve una respuesta positiva a sus planes de austeridad.El 86 por ciento del volumen de las medidas pesa en el lado del gasto. Pretenden ahorrar este año unos 950 millones de euros «infrautilizando las subvenciones», 240 millones de euros mediante la «eficiencia del gasto en las reformas» y 3,18 millones de euros mediante la «reducción de la tasa de financiación». «Hemos ajustado la transformación verde a niveles normales» , ha dicho Fuchs.Noticia Relacionada estandar Si Bayrou cede en la reforma de las pensiones, pero no evita otra moción de censura Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en París El PS puede «vanagloriarse» de «imponer» el «aplazamiento» de la jubilación, cuando extrema derecha, extrema izquierda, comunistas, ecologistas y sindicatos siguen reclamando la jubilación a los 60 añosEl líder del grupo parlamentario del ÖVP, August Wöginger , ha hablado de negociaciones «intensas y constructivas» y ha destacado que los ahorros se conseguirán sin aplicar nuevos impuestos. La transformación verde se «suavizará», ha confirmado, y todos los ministerios deberán contribuir a la estabilidad, lo que se espera que se traduzca en un ahorro de 1.100 millones de euros para el año en curso.En qué exactamente se consigue el ahorro es algo que cada departamento deberá decidir, pero sobre todo se trata de publicidad, contratos de obra y gabinetes de asesores. Además, se obtendrán 920 millones de euros mediante el «cierre de brechas y ajustes en el sistema tributario: ampliación de la contribución de los proveedores de energía de 100 millones de euros y supresión anticipada del tipo impositivo cero para las instalaciones fotovoltaicas de 900 millones de euros. El impuesto sobre las ventas de sistemas fotovoltaicos volverá a ser del 20 por ciento. Se aumentarán las tasas en el sector del juego en 35 millones de euros y se contempla una ampliación del impuesto digital de 50 millones de euros. También se menciona una brecha en el impuesto de transmisiones patrimoniales para operaciones de acciones de 50 millones de euros y 10 millones que provendrán de la Ley Antifraude, incluyendo medidas contra la evasión fiscal.Apoyo a la austeridadA pesar de que son medidas fáciles de trasladar al electorado, las encuestas sugieren que los austriacos apoyan mayoritariamente un curso presupuestario de austeridad. Si la impopularidad de esta coalición hace naufragar las negociaciones para formar gobierno, no llegará desde la economía, sino a causa de la radicalidad del FPÖ en otras áreas .El semanario \'Der Standard\' ha publicado una grabación secreta, realizada por periodistas franceses el 8 de enero en Viena durante la directiva del FPÖ, en la que algunos de sus miembros, como Harald Stefan y Markus Tschank hablaron, esperanzados, sobre la salida de Austria de la Unión Europea, la retirada de la Convención de Derechos Humanos o la financiación de los talibanes a cambio de que se lleven de vuelta a los refugiados. Según Stefan, todavía pueden llegar afganos huyendo de los talibanes, a los que se refiere como «la última chusma« . «Un afgano normal no es lo que anda por aquí con nosotros, son personas decentes», se le escucha decir en la grabación. «Si queremos cambiar algo en el sistema migratorio, tenemos que empezar a abolir estos tratados internacionales, como el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que lamentablemente tiene rango constitucional, o complementarlos y hacer un protocolo adicional correspondiente», sugiere Tschank, quien se queja de que «toda la UE es una locura» y «en realidad tendríamos que irnos de todos modos». Nada de todo esto sería ni lejanamente factible solo con el ÖVP, que ha marcado claras líneas rojas en la negociación en curso .