El presidente ruso, Vladímir Putin , se encuentra desde este viernes en Asjabad , la capital de Turkmenistán, para asistir al foro internacional Interrelación entre las Épocas y la Civilización y reunirse por primera vez con su homólogo iraní, Masud Pezeshkian , a fin de reforzar la cooperación entre Moscú y Teherán en materia militar. Además, abordarán «el grave empeoramiento de la situación en Oriente Próximo», anunció el pasado lunes el asesor de política exterior del Kremlin , Yuri Ushakov .Antes, nadie en Moscú había informado oficialmente de la intención de Putin de visitar Asjabad y de reunirse allí con Pezeshkian , quien, al parecer, tiene intención de asistir a la cumbre de los BRICS en Kazán de finales de octubre. Durante ese evento, también está previsto que se reúna con Putin para firmar un gran acuerdo de asociación estratégica con Rusia , cuyo texto ya está elaborado pero se desconocen sus detalles. El acuerdo firmado este año entre Rusia y Corea del Norte , que tiene un nombre similar, prevé, entre otras cosas, que los países se proporcionen asistencia militar entre sí en caso de agresión contra ellos. Pero Ushakov no explicó por qué era necesaria una reunión previa entre los presidentes ruso e iraní cuando se verán en Kazán dentro de dos semanas.Noticia Relacionada reportaje Si Masoud Pezeshkian, presidente electo de Irán: un cirujano para un cadáver ambulante Francisco de Andrés El político de 69 años se dispone a asumir la jefatura del Gobierno con unas credenciales de reformista que no responden a la realidadPezeshkian es el nuevo presidente de Irán tras las elecciones de junio , celebradas a causa de la muerte de Ibrahim Raisi en un accidente aéreo. Su victoria electoral no fue fácil: los comicios se celebraron en dos vueltas y el candidato reformista obtuvo alrededor del 53%, y su oponente, el conservador Said Jalili , el 44%. Putin fue uno de los primeros en felicitar al nuevo presidente iraní y no solo le envió un telegrama, sino que también le llamó por teléfono. «Ambas partes expresaron su satisfacción por el alto nivel alcanzado de relaciones de buena vecindad entre Rusia e Irán y confirmaron su disposición a trabajar estrechamente para desarrollar aún más la cooperación mutuamente beneficiosa en diversos campos», decía el comunicado oficial difundido entonces.Pero después se produjeron acontecimientos: Rusia anunció la preparación casi total del acuerdo de asociación estratégica integral con Irán mientras, ante la Asamblea General de la ONU en septiembre, Pezeshkian dijo a los periodistas que Irán está dispuesto a sentarse a la mesa de negociaciones con estadounidenses y europeos , y que su país «nunca ha aprobado la agresión rusa contra territorio ucraniano». Al comentar dichas palabras, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov , reaccionó con calma asegurando que «este es el posicionamiento soberano de Irán (…). Rusia seguirá explicando su postura a nuestros amigos iraníes».El 30 de septiembre, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin , viajó a Teherán y se entrevistó con Pezeshkian y con el primer vicepresidente, Mohammd Reza Aref.Previamente, el 18 de ese mismo mes, justo después de que el exministro de Defensa y jefe del Consejo de Seguridad ruso, Serguéi Shoigú , también viajara a Teherán para abordar asuntos de «seguridad», Putin había dado el visto bueno a la propuesta del Ministerio de Exteriores para la firma de ese «acuerdo de asociación estratégica integral», calcado del modelo norcoreano y centrado fundamentalmente en la asistencia militar mutua.Estados Unidos y otros países occidentales han acusado a Irán de suministrar drones y misiles balísticos a Rusia para emplearlos en su ofensiva en suelo ucraniano a cambio, supuestamente, de tecnología para desarrollar su programa de armas nucleares, cazas de combate Su-35, helicópteros de ataque Mi-28 y aviones de entrenamiento de pilotos Yak-130. Pero Teherán lo niega asegurando que su posición en relación con el conflicto en Ucrania es «neutral» , pese a las evidencias del uso de los drones Shahed contra objetivos en Ucrania. Irán, junto con Corea del Norte, son prácticamente los únicos países que suministran armas y munición a Rusia para su guerra contra Ucrania.