En menos de 24 horas se han sucedido dos ataques al cuartel general de la misión de paz de la ONU en el Líbano contra UNIFIL. Uno, el jueves, y otro el viernes en el que cuatro \'cascos azules\' han resultado heridos. Lo cierto es que la frontera entre el Líbano e Israel se ha convertido en una zona caliente en las últimas semanas. Y es en este avispero donde España tiene al general Aroldo Lázaro, al mando de unos 3.500 efectivos de nueve nacionalidades diferentes y un contingente de alrededor de 650 militares españoles. Nuestros soldados participan en UNIFIL desde el año 2006 durante ese periodo han fallecido 6 españoles por un atentado. Y ahora, están en medio del fuego cruzado entre Israel y los miembros de Hizbolá.«Una situación general impredecible sigue siendo una amenaza. El hecho de que este intercambio de disparos se produzca a diario desde hace casi 10 meses es un peligro serio. Todo el mundo sabe que un conflicto regional o más amplio podría tener consecuencias devastadoras en toda la región y más allá», explicaba en julio a ABC, Andrea Tenenti , portavoz y jefe de comunicaciones estratégicas en el Líbano de UNIFIL. Y la situación, si cabe, se ha vuelto más volátil. En relación a lo ocurrido esta semana la agencia de noticias libanesa NNA informaba que el ataque del 11 de octubre tuvo lugar cuando un «tanque enemigo Merkava», que se cree que era israelí, atacó una de las torres de la UNIFIL. Dos soldados del batallón de Sri Lanka resultaron heridos. Y el día anterior dos efectivos indonesios cayeron de una torre de vigilancia del cuartel general de la FINUL en Naqoura, cuando fue derribada por disparos del ejército israelí. Tras lo ocurrido fuentes del Ministerio de Defensa español aseguraron que no había ningún soldado español afectado. El grueso del contingente español se encuentra en la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún. Y también pueden encontrarse militares españoles en el cuartel de Naqoura, situada más cerca de la frontera israelí.España en un comunicado conjunto con Italia como Francia ha condenado el «reciente ataque contra UNIFIL por parte de las FDI». Señalan que constituye «una grave violación de las obligaciones de Israel», según la Resolución 1071 del Consejo de Seguridad, que establece que la misión es ayudar a mantener la zona fronteriza meridional con Israel libre de armas o personal armado que no sean los del Líbano. Esta situación y la tensión creciente en la zona hace necesario entender qué es exactamente UNIFIL.Noticias Relacionadas Preguntas (y respuestas) clave sobre el conflicto de Israel con Irán e Hizbolá Alexia Columba Jerez Cómo se orquestó la muerte del líder de Hizbolá, Hasán NasraláLa delgada línea azulLa función de UNIFIL es garantizar la resolución 1701 de Naciones Unidas que fue probada por unanimidad en 2006, y tal como detalla la ONU su objetivo sigue siendo poner fin a las hostilidades entre Hizbolá e Israel, ya que en ella el Consejo pide un alto el fuego permanente basado en la creación de una zona de amortiguamiento.La misión UNIFIL tiene en total 10.000 efectivos de 49 países diferentes y comprende dos sectores. Está la brigada del sector oeste que la encabeza Italia, y la Brigada Multinacional Este , que es en la que está España, y tiene nueve nacionalidades diferentes. Hacen patrullas, y vigilan las zonas fronterizas. Pero actualmente solo se limitan a las actividades imprescindibles. La misión de la ONU se extiende por el río Litani y la Blue Line(Línea azul) y su mandato es el de contener la tensión en la zona, al tiempo que facilitar el acceso de ayuda humanitaria a la población civil y apoyar a las Fuerzas Armadas libanesas en el desarrollo de sus capacidades. Salvador Sanchez Tapia, profesor de Análisis de Conflictos y Seguridad Internacional de la Universidad de Navarra, diplomado de Estado Mayor del Ejército de Tierra de España y General de Brigada de Infantería, nos explica que más que una frontera hablamos de una línea de armisticio que se estableció en 1949, y eso es lo que custodia la UNIFIL. La ONU especifica que siempre que las autoridades israelíes o libanesas deseen llevar a cabo actividades cerca de la Línea Azul, UNIFIL les pide que lo notifiquen con antelación, lo que permite a la misión de la ONU mantener informadas a las autoridades de todas las partes y minimizar los malentendidos que podrían provocar un aumento de las tensiones.«Es un colchón de seguridad entre Israel y Líbano o Hizbolá, en este caso. El problema es que en el sur del Líbano el poder dominante es esta milicia y aunque el acuerdo de la ONU le prohíbe introducir armamento en esa zona , creo que hoy en día no se está cumpliendo. Y dudo mucho que las Fuerzas Armadas del Líbano, que son las que tienen que hacer el control directo de Hizbolá, lo esté haciendo», afirma Tapia.Añade que en su opinión UNIFIL debería cambiar su mandato, «porque con el que tiene actualmente, en caso de una invasión, los soldados de UNIFIL lo que pueden hacer siempre es proceder a su autodefensa . Pero creo que el mandato no les da mucha manga ancha en lo que se refiere al uso de la fuerza». Tapia señala que aquí hay un juego en el que no sólo entran Israel y Hizbolá, que supera en fuerza Hamás. Sino también, en caso de escalada, estaríamos hablando de que Irán que apoya financieramente a Hizbolá, llamaría a todos sus milicias en Irak, Siria a reaccionar, junto con las fuerzas de Hamás. Lo que se conoce como el Eje de la resistencia. Y en este panorama hay un limbo en el que se sitúa UNIFIL que se debate entre la diplomacia y una realidad cada vez más acuciante que la está cercando.