Bajo un solo abrazador, al grito de «queremos justicia para nuestros niños», cientos de personas participaron, el primer día del año 2025, del cortejo fúnebre y posterior entierro de los cuatro niños, de entre 11 y 15 años, cuyos restos fueron encontrados el 24 de diciembre, a más de 40 kilómetros de Las Malvinas, populoso barrio de Guayaquil, donde fueron detenidos por una patrulla militar el 8 de diciembre. Las pericias forenses con muestras de ADN comprobaron que se trataba de los menores, porque sus cuerpos habían sido calcinados y se requirió pruebas genéticas para identificarlos. Los resultados los hizo conocer la Fiscalía el 31 de diciembre.Se había previsto trasladar los féretros de los niños en vehículos, pero sus familiares se apresuraron a cargarlos en hombros primero desde el domicilio de sus padres hasta la casa comunal y luego al cementerio del Suburbio , en el suroeste de la ciudad, un largo trayecto de unos ocho kilómetros y bajo un clima sofocante; también hubo persona que iban en motos y coches y muchas pancartas con fotos de los menores, globos blancos y música. Al momento de sepultarlos, los gritos desgarradores de los padres, abuelos y familiares de Ismael, Josué, Steven y Saúl Nehemías provocaron llanto general y furia de los presentes; todos clamaron justicia.Las organizaciones de derechos humanos han arropado a los padres desde cuando reportaron su desaparición de los niños y han acudido a todas las audiencias. El Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU dictó medidas cautelares y el representante de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos en América del Sur, Jan Jarab, monitorea el proceso. Este 1 de enero, el abogado de las familias de las víctimas, Fernando Bastidas, declaró a los medios de comunicación que no descansarán hasta que todas las víctimas tengan verdad, justicia y reparación.16 militares detenidos«Estamos destrozados y no tengo palabras; siempre guardamos la esperanza de que estuvieran vivos », dijo, con la voz entrecortada, Luis Arroyo, padre de Ismael de 15 años y Josué de 14, dos de los cuatro niños que fueron detenidos por la patrulla militar, luego de que la Fiscalía general del Estado confirmara, que los cuerpos hallados en Taura eran de los niños desaparecidos, lo que causó conmoción en el país por lo que las redes se llenaron de mensajes y reproches. Los padres y familiares de los niños fueron por la noche a la morgue de Guayaquil para retirarlos los cuerpos.Ese mismo día, más temprano, se realizó la audiencia de formulación de cargos en contra de los 16 militares presuntamente involucrados en la detención de los menores de edad, quienes se enfrentan a la acusación por el delito de desaparición forzada, aunque algunos penalistas hablan también de ejecución extrajudicial. Los 16 militares de encuentran bajo prisión preventiva.En un comunicado, el Ministerio de Defensa dijo el 31 que como Gobierno Nacional lamentaban profundamente y se solidarizan con sus familiares en este hecho que enluta a todo el país y habló de su compromiso con la verdad, para que el caso sea llevado con total transparencia hasta dar con los responsables de este asesinato; por lo que pidió se respete el debido proceso. La Asamblea Nacional declaró tres días de luto institucional.