El enfrentamiento entre el Gobierno y Meloni y la magistratura alcanza un alto nivel como no se conocía desde los tiempos del exprimer ministro Silvio Berlusconi. Numerosas son las reacciones que se están produciendo tras la solicitud de la Fiscalía de Palermo de seis años de prisión para el vicepresidente y líder de la Liga , Matteo Salvini, acusado de secuestro y denegación de documentos oficiales, por haber impedido el desembarco durante 20 días de 147 inmigrantes del barco español Open Arms en Lampedusa en agosto del 2019. Durísima fue la reacción de la primera ministra, Giorgia Meloni , en defensa de su ministro den Transportes, Matteo Salvini: «Es increíble que un ministro de la República italiana corra el riesgo de ser condenado a seis años de prisión por haber desempeñado su trabajo de defensa de las fronteras de la Nación, como solicitado por el mandato recibido de los ciudadanos«. No sólo hay «solidaridad total» hacia el secretario de la Liga, ministro del Interior en el momento de los hechos. Igualmente, el presidente del Senado, Ignazio La Russa , se ha mostrado muy crítico con los fiscales, al señalar que los magistrados no deben corregir las leyes, durante una fiesta del partido que fundó con Meloni, Hermanos de Italia, en la mañana del domingo: «Tengo plena fe en la justicia, pero creo que a menudo los fiscales piensan que la justicia debe interpretar las normas y corregirlas. No corresponde al poder judicial corregir las normas, incluso si son erróneas: sólo puede aplicar la ley».Noticia Relacionada estandar No Italia multa a Médicos Sin Fronteras y bloquea 60 días uno de sus barcos tras el rescate de 191 personas ABCA costa de los migrantes Sin embargo, los fiscales argumentan que «se corre el riesgo de hacer política a costa de quienes sufren». Su tesis, al solicitar seis años de prisión para Salvini, es que «les negó a los 147 inmigrantes un refugio seguro, desafiando todas las leyes«. En opinión de los magistrados, esa decisión fue sólo una jugada político-electoral. Pero Matteo Salvini ha reiterado en un video en las redes sociales que «volvería a actuar de la misma forma» : «Es una locura, ningún gobierno, ningún ministro ha sido acusado jamás de defender las fronteras de su país. El artículo 52 de la Constitución italiana establece que la defensa de la patria es un deber sagrado del ciudadano. Por tanto, me declaro culpable de haber defendido a Italia y a los italianos, me declaro culpable de haber cumplido mi palabra«, concluyó Salvini. Ahora, la Justicia seguirá su curso y en un tiempo prudencial, dentro de un año, el vicepresidente recibirá su sentencia. Salvini es senador y solo con una condena definitiva, es decir, en el Tribunal Supremo, debería abandonar su escaño. Pero una condena, aunque sea en el tribunal de primera instancia, le ocasionaría dificultades no solo en sus relaciones con Giorgia Meloni, sino también en el equilibrio interno de la Liga, con el riesgo de que las bases de la Liga pidan un cambio en la dirección del partido. Todos a favor de SalviniNo es casualidad que Salvini haya anunciado que el congreso federal del partido -el primero en siete años-, que debía celebrarse dentro del 2024, será aplazado hasta el 2025. Por otro lado, el líder de la Liga está movilizando a los militantes para una protesta contra la Fiscalía de Palermo el 18 de octubre, fecha en la que la abogada del líder de la Liga, Giulia Bongiorno , pronunciará su discurso de defensa de Salvini en el tribunal de Palermo. El vicepresidente ha ordenado a sus parlamentarios y simpatizantes que deben manifestarse delante del Tribunal. Es una iniciativa que Salvini explicó así: «Existe una responsabilidad política de la izquierda, que ha decidido vengarse de mí enviándome a juicio. Una película ya vista con Silvio Berlusconi y que estamos viendo -en algunos aspectos- incluso con Donald Trump». Por otro lado, lo que se prevé, tras las duras declaraciones de Giorgia Meloni en defensa de Salvini es un empeoramiento decisivo de las relaciones entre el Gobierno y el poder judicial, ya dañadas por el proyecto de reforma del Ejecutivo para la separación de las carreras en la magistratura, por un lado los fiscales y por otro los jueces. El consejo ejecutivo seccional de Palermo de la Asociación Nacional de Magistrados (ANM) ha calificado como «graves» las declaraciones de Meloni, porque violan el «principio de separación de poderes» y «constituyen formas indebidas de presión» sobre quienes deben juzgar. El conocido exfiscal de Palermo y Turín, Gian Carlo Caselli , ha sido también muy critico contra los políticos en general: «Aquí los políticos no aceptan ser juzgados. No reconocen los principios básicos de la legalidad. Es grave que Meloni ataque a un magistrado«. Mientras tanto, la oposición ha criticado a Giorgia Meloni por la defensa que ha hecho de Salvini. La secretaria del Partido Democrático, Elly Schlein , consideró «muy inapropiada» la intervención de Meloni: «Pensamos que los poderes ejecutivo y judicial están separados y son autónomos. Es un principio que se llama separación de poderes».
¿Te gustaría recibir notificaciones de nuestro sitio web?
No, gracias Si
