El único debate acordado por el momento entre los candidatos a la presidencia de EE.UU. está en peligro . Donald Trump deslizó este domingo en su red social que se plantea no acudir a la cita, prevista para el 10 de septiembre y organizada por la cadena ABC News. «¿Por qué debería ir al debate contra Kamala Harris en esa cadena?», preguntaba el expresidente a sus seguidores, mientras protestaba por los prejuicios del canal contra él.La queja de Trump por la posibilidad de recibir un trato injusto por parte de los anfitriones tuvo continuación este lunes con una batalla entre su campaña y la de la candidata demócrata, Kamala Harris, por el formato del debate. El motivo: el uso de los micrófonos durante la cita.La campaña de Harris salió a pedir que los micrófonos de ambos candidatos estén durante todo el debate abiertos , que se pueda escuchar las reacciones de cada uno todo el tiempo.Noticia Relacionada estandar Si Robert F. Kennedy Jr. amarga la fiesta demócrata: suspende su campaña y da su apoyo a Trump Javier Ansorena | Enviado especial a Chicago«Hemos comunicado a ABC y al resto de cadenas que buscan organizar un posible debate en octubre que creemos que los dos candidatos deberían tener sus micrófonos abiertos durante toda la retransmisión»; dijo en un comunicado Brian Fallon, uno de los portavoces de Harris. «Sabemos que los que llevan a Trump prefieren un micrófono cerrado porque creen que el candidato no puede comportarse de manera presidencial por sí solo durante noventa minutos», agregó Fallon, que también dijo que esto es algo que los asesores no se lo dicen a Trump porque sería «demasiado bochornoso admitir que podría controlarse frente a Trump sin el beneficio de un micrófono cerrado».«Basta de juegos»; replicó Jason Miller, uno de los portavoces de Trump . «Aceptamos el debate en ABC en los mismos términos que el de CNN»; dijo sobre el que se celebró a finales de junio entre Trump y Biden . «El bando de Harris, después de haber aceptado las reglas que acordamos con CNN, pide ahora que los candidatos estén sentados, que puedan tomar notas o que haya declaraciones iniciales», añadió y dijo que era «interesante» que los demócratas quieran cambiar las reglas cuando han empezado a preparar el debate: «Está claro que ven algo que no les gusta».El toma y daca sobre los debates ha sido constante entre las dos campañas este verano. Trump y sus aliados han tenido que reajustar su posición después de aquella cita de junio con Biden. El desempeño calamitoso de Biden fue el detonante de una campaña de presiones de los demócratas que culminaron con la renuncia del presidente a su intento de reelección . El relevo por Harris cambió la dinámica de la campaña y descolocó . El multimillonario republicano, que hubiera estado encantado de debatir con Biden tantas veces como su rival quisiera, mostró dudas con la nueva candidata. En un principio, dejó en suspenso el debate que ya estaba acordado para el 10 de septiembre. Después, dijo que quería dos debates con Harris ese mismo mes. Más tarde, que prefería que la cita fuera en Fox News, el canal generalista más amable con el expresidente, y en un «estadio lleno».Ahora el entusiasmo y la energía en la campaña están del lado de Harris, que ha remontado frente a Trump en las encuestas y ha hecho competitiva una elección que apuntaba a victoria del republicano contra Biden. Sus dudas sobre el debate parecen destinadas a calentar la cita y establecer un marco a la defensiva y que le servirá de póliza de seguro en el caso de que las cosas no vayan muy bien en la cita con Harris.