Yevgeny Prigozhin (62 años) murió justo hace un año, víctima de un accidente aéreo del que aún se desconocen las causas, cuando se dirigía a San Petersburgo. Pero la sentencia a muerte del líder de los Wagner se firmó mucho antes: cuando el grupo de mercenarios llevó a cabo una rebelión contra Putin dos meses antes . El golpe de estado se quedó en intento y Putin fue claro: se trataba de un acto de traición. Su opinión de que los traidores no pueden ser perdonados y su historial de perseguirlos a través de las fronteras y durante muchos años son bien conocidos.La sorpresa fue que Putin pareció reconciliarse con Prigozhin, permitiéndole permanecer en libertad en Rusia a pesar del acuerdo inicial de exiliarlo a Bielorrusia. Incluso mantuvo un alto perfil apareciendo en la Cumbre Rusia-África en julio y continuando con las actividades del Grupo Wagner en África, de donde había regresado poco antes de su muerte.En el año transcurrido desde entonces, ¿qué tipo de relación tiene ahora este grupo con el Kremlin y los servicios militares y de Inteligencia ruso?Un año después de la muerte de Yevgeny Prigozhin, los mercenarios de su Grupo Wagner, bajo el Ministerio de Defensa ruso, siguen siendo una pieza esencial de la estrategia africana de Putin. Aunque con la desaparición del líder, la falta de fondos al no tener ya las conexiones personales de Prigozhin y sin la protección de figuras influyentes en el Ministerio de Defensa, cómo evolucionará el grupo es todavía una incógnita. Las operaciones africanas de Wagner dependían en gran medida de los contactos personales desarrollados por Prigozhin y sus lugartenientes.Presencia en el Sahel«En la práctica, el Grupo Wagner sigue existiendo en espíritu. Las bases se perciben a sí mismas como el Grupo Wagner, ya que se trata de una cuestión sociológica», comenta el investigador del instituto de pensamiento ACLED, Héni Nsaibia. «En Mali, donde los mercenarios rusos son los más activos, hemos visto más continuidad y evolución que un cambio brusco. La estructura parece seguir siendo la misma, supuestamente bajo el liderazgo de Ivan Maslov, pero ahora parece estar asistido o supervisado por oficiales de la principal organización de Inteligencia militar rusa», continúa el experto en África.Los funcionarios de Inteligencia del Reino Unido han sugerido que algunas de las unidades de infantería del grupo han sido absorbidas por la Rosgvardia, o Guardia Nacional rusa. Con la desaparición de Prigozhin, la opción que parecía más sencilla era desmantelar el grupo para que los combatientes se quedaran inactivos y firmaran contratos con el Ministerio de Defensa. Este escenario ya se ha comenzado a implementar en Rusia. Pero para África y Siria, son posibles otros: desde allí, los wagnerianos no pueden representar una amenaza para el Kremlin y, en lugar de desmantelarse por completo, simplemente pueden ser subordinados a las estructuras del Ministerio de Defensa.«Los regímenes sahelianos consideran que la presencia del Grupo Wagner es beneficiosa para todo s », comenta Ladd Serwat investigador de la región africana.Según las evaluaciones de Inteligencia de EE. UU. que se han filtrado en línea, Wagner ha establecido una presencia estable en ocho países africanos y ha llevado a cabo varias operaciones en otros 13. En realidad, los «wagnerianos» han logrado afianzarse verdaderamente en sólo cuatro países , todos ellos en medio de conflictos armados. «La muerte de los líderes de Wagner permite al Kremlin establecer el control sobre los mercenarios en África», dijo la experta en África Alexandra Fokina en un análisis. «La importancia estratégica de África para Rusia está aumentando, y Moscú probablemente intentará \'nacionalizar\' esos activos sin perder eficiencia».