El 23 de febrero, horas antes de que el mundo escuchara que Rusia había invadido Ucrania, una estatua de San Miguel Arcángel, el santo patrono de la capital Kiev, comenzó a emanar un líquido oscuro que algunas personas dicen que sería sangre.
Un video compartido en Facebook llegó rápidamente a los titulares.
Alicia Martínez, de 57 años, de Broomfield, Colorado, un suburbio de Denver, es la dueña de esta estatua. En una entrevista realizada CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–, calificó la experiencia de “inexplicable”.
Mientras hablaba con una amiga por teléfono, una de sus compañeras de cuarto llamó a la puerta de su habitación y le dijo que viniera rápido. “Le pregunté qué estaba pasando, pero ella estaba parada allí temblando”, dijo.
Fue entonces cuando vio que su estatua de San Miguel parecía sangrar por el lado derecho de su cabeza. “No está llorando”, explicó Martínez, quien es originaria de Zacatecas, México.
“Está sangrando por la frente. [La sangre]pasa alrededor de sus ojos. No entra en sus ojos. Estaba goteando como cuando te cortas y la sangre gotea; así fue”, dijo.
Sin palabras, todo lo que pudo hacer fue preguntarle a Dios qué estaba pasando. “Dije, 'Dios, es algo bueno o algo malo. No sé qué es, pero algo está pasando aquí'”, relató Martínez.
“No se sentía como si fuera algo malo. Fue una sensación inexplicable, pero fue hermoso”, contó.
Todavía cuestionada su experiencia, Martínez llamó a un amigo suyo que es sacerdote en México. Él le dijo que esto no era nada malo. En cambio, le dijo que rezara más, que lo que estaba ocurriendo era maravilloso y que su casa estaba bendecida.
Otra amiga de Martínez, una religiosa, le dijo que la supuesta sangre no dejaría de fluir hasta que llegara a la cabeza del demonio sobre la que pisa San Miguel Arcángel. Durante una semana el líquido siguió saliendo de la estatua, de unos 76 centímetros, hasta que se detuvo cuando el líquido cayó sobre la cabeza del diablo representado en la estatua.
Mark Haas, director de relaciones públicas de la Arquidiócesis de Denver, le dijo a CNA el 7 de marzo que la Arquidiócesis “ha sido recientemente informada de este reclamo y lo investigaremos”.
En una entrevista con la agencia de noticias española Primer Impacto, Mons. Jorge de Los Santos, párroco de Nuestra Señora Madre de la Iglesia, en la cercana Commerce City, Colorado, dijo: “Para que la Iglesia tome una posición, tendría que haber una larga, exhaustiva y compleja investigación para tomar una decisión”.
Martínez se ha puesto en contacto con un representante de la Arquidiócesis de Denver que está a cargo de los casos considerados milagrosos. Si Martínez decide continuar con el proceso de investigación, el objeto será sometido a varias pruebas para ver si ocurren milagros.
Después de publicar el video en Facebook, Martínez, quien trabaja en una tienda de abarrotes, recibió varios comentarios de que solo buscaba dinero o fama, lo que la llevó a eliminar el video.
Expresó varias veces que esa no era su intención al compartir el video, sino que era “algo real que les sucedió [a ella y a sus compañeros de cuarto]”.
“Lo que estaba viendo era algo real. Fue algo que no tiene explicación. Esto no es fraude. Esto no es hacerse famoso. Nada de eso. Sé que es algo divino de Dios que no le pasa a todo el mundo”, concluyó.