El Reino Unido enfrenta un escándalo de proporciones diplomáticas tras la revelación, este lunes por la tarde, de la identidad de Yang Tengbo , un empresario chino supuestamente implicado en actividades de espionaje vinculadas al príncipe Andrés y descrito como «la punta del iceberg» en una vasta operación de infiltración de Beijing en territorio británico. El exlíder conservador Iain Duncan Smith advirtió que el caso de Yang es sólo un indicio de una red mucho más amplia dirigida por el Gobierno chino .Yang Tengbo, identificado previamente bajo el nombre de H6, desarrolló una relación cercana con el príncipe Andrés, participó en numerosos eventos de la realeza y se ganó su confianza al punto de ser autorizado para actuar en su nombre en una iniciativa financiera internacional. Documentos judiciales revelan que Yang «ganó un grado significativo, uno podría decir inusual, de confianza por parte de un miembro destacado de la familia real que estaba dispuesto a realizar actividades comerciales con él».El supuesto espía fue recibido en múltiples ocasiones en el Palacio de Buckingham , el Palacio de St. James y el Castillo de Windsor. Asistió a eventos de alto perfil y fue invitado incluso al cumpleaños del duque de York en su residencia privada. Sin embargo, la naturaleza de sus actividades comerciales y sus motivaciones ahora están bajo intenso escrutinio. Noticia Relacionada estandar No El Príncipe Andrés se defiende del caso del espía chino: «Interrumpí todo contacto» A.B. Buendía Ha emitido un comunicado en el que ha asegurado que jamás habló de nada «de naturaleza sensible»Según Duncan Smith, el Departamento de trabajo del Frente Unido de China, una entidad gubernamental encargada de establecer vínculos con figuras influyentes en el extranjero, cuenta con unos 40.000 operativos a nivel mundial. «Estamos tratando con la punta del iceberg», advirtió. «Hay muchos más como él en el Reino Unido, haciendo exactamente el mismo trabajo». Smith añadió que el hecho de que Yang intentara abandonar el país indica que sospechaba que sus actividades estaban siendo descubiertas.En medio de este escándalo, la presión política para que el Gobierno británico acelere la implementación del Esquema de Registro de Influencia Extranjera (FIRS) no ha dejado de crecer. Este programa, diseñado para monitorear intentos de influir en políticas y funcionarios británicos, fue retrasado hasta el próximo año, una decisión que Duncan Smith calificó de inaceptable: «Nadie con medio cerebro creerá que la demora es por falta de preparación; es una excusa para no molestar a China». Algunos parlamentarios han insinuado que podrían recurrir al privilegio parlamentario para revelar información adicional si el caso se lleva al Parlamento.Debilidad frente al adversarioPor su parte, el primer ministro Keir Starmer defendió su intención de mantener relaciones más estrechas con China. Durante una visita a Bergen, Noruega, donde firmó un nuevo acuerdo energético, Starmer expresó estar «muy satisfecho con el progreso logrado en la reactivación de las relaciones» entre ambos países.Sin embargo, esta postura no ha sido bien recibida por sectores críticos que ven en ella una muestra de debilidad frente a un país que consideran un adversario estratégico. «Están mostrando una cantidad masiva de debilidad hacia China», declaró Duncan Smith, quien también denunció la falta de acción del gobierno respecto al uso de trabajo esclavo en infraestructura solar importada de China.El príncipe Andrés, duque de York, en una foto de archivo ABCMientras tanto, la familia real británica también ha sentido el impacto del escándalo. Fuentes cercanas al rey Carlos III informaron que se ha instado al príncipe Andrés a mantener un perfil bajo durante las celebraciones navideñas para evitar más controversias públicas. Se espera que Andrés se ausente del tradicional paseo a la iglesia en Navidad y de la cena familiar en el Palacio de Buckingham. Según fuentes citadas por la prensa local, se le ha pedido «reconocer su deber residual hacia la Corona» y evitar apariciones públicas junto a la familia real.Mientras tanto, el alcance de las actividades de Yang Tengbo ha llevado a una investigación continua por parte de las autoridades, que buscan esclarecer sus vínculos con otras figuras políticas británicas y su participación en eventos clave. Aunque no se ha acusado a funcionarios específicos de actuar de manera inapropiada, el caso ha reavivado un debate urgente sobre la seguridad nacional y la influencia extranjera en el Reino Unido. Y es que Yang, fundador de la firma de lobby Hampton Group International, estableció extensos vínculos con China y, según se sospecha, buscaba infiltrarse en redes de poder británicas.Además, se ha informado que fue fotografiado junto a dos ex primeros ministros y un ex viceprimer ministro, y la magnitud de sus contactos ha encendido alarmas en los círculos de inteligencia y seguridad.Yang Tengbo afirmó que no ha hecho «nada malo ni ilegal». En un comunicado, aseguró que «no he hecho nada malo ni ilegal, y las preocupaciones planteadas por el Ministerio del Interior en mi contra carecen de fundamento. La descripción generalizada de mí como un \'espía\' es completamente falsa».