Desde el Partido Comunista de Corrientes condenamos la actitud que asumió hace tiempo el Gobierno provincial en el manejo de la pandemia del Covid-19, cuyos resultados estamos viendo ahora: récord de casos diarios que se superan todos los días (con un promedio arriba de los 100 contagios) y récord de fallecimientos, que hasta el miércoles 4 de noviembre ya alcanzaron los 71.
A la par que se observa esta curva ascendente en casos y muertes, el Gobierno informó la puesta en funcionamiento de un protocolo de turismo para que personas de otras provincias vengan a Corrientes. Como también, se está analizando un protocolo para que vuelvan a abrir los casinos. A lo que se suma la apertura total del comercio, bares, restaurantes y boliches.
Todo esto con las consecuencias ya conocidas: ningún respeto por los protocolos sanitarios vigentes (sin distanciamiento social ni uso de barbijos), provocando una gran aglomeración de personas en lugares habilitados como restó-bar, pero que funcionan como boliches.
El problema principal del crecimiento exponencial de casos por día es una saturación importante que se vive en el sistema de salud. Y no por falta de camas en el Hospital de Campaña, o por falta de respiradores, sino por la escasez de personal especializado en Unidad de Terapia Intensiva (UTI) para la cantidad de enfermos internados que hay. Lo que provoca el grave estrés al cual son sometidos hace meses las y los médicos y las y los enfermeros, y todo el personal técnico muchos de ellos precarizados y contagiados.
No se puede cubrir el servicio como se necesita y la gente afectada por el virus paga el costo con el agravamiento de su salud o con su vida. Es muy inhumano que una persona se encuentre internada y nadie informe el parte médico a su familia durante mucho tiempo, algo que produce desesperación. Se suman testimonios de gente denunciando que adentro del Campaña están solo y nadie los atiende, lo que agrega temor y conlleva, sea o no esto cierto, a que mucha gente tenga miedo a ser derivada a esta institución, agravando la circulación comunitaria.
Esta situación provoca que la atención de los pacientes no sea la que corresponde no solo en el Hospital de Campaña, sino en los hospitales, Caps y Saps de la ciudad de Corrientes. Son varios los casos conocidos de personas que deambularon por los distintos centros de salud buscando una asistencia que nunca llegó por la propia saturación del sistema.
Sin la esperanza de ser oídos por la Administración del Gobernador Valdés, sin embargo no nos vamos a cansar de repetir que se deben frenar esta apertura indiscriminada de actividades en la Capital provincial. Como se hizo en distintas localidades del interior, como San Roque, Paso de los Libres o Saladas, solo por nombrar algunas; la única posibilidad de contener la curva ascendente de contagios es restringiendo la circulación de personas, lo que no se quiere hacer con la Capital. Así comenzaron algunas provincias y se fue de madre la curva de contagios.
Los fallecimientos no son un número, son personas que murieron por una causa evitable. Y la responsabilidad individual no reemplaza la que tiene el Estado de cuidarnos a todos. Hacemos responsable al Gobierno provincial por las 71 muertes que tenemos hasta el martes 4 de noviembre, y por todas las que se produzcan de acá en adelante. Seguimos sosteniendo que la vida humana está por encima de cualquier interés económico o de negocios, y no vamos a claudicar en este convencimiento.
No quedaremos callados ante la desgracia humanitaria que estamos viendo en el país y que también comenzamos a sentir en la provincia. Los que por acción u omisión, priorizan la economía por sobre la salud y la vida que se hagan cargo de ello. No será en nuestro nombre. No todos miramos para otro lado.
Partido Comunista de Corrientes