Las implicancias económicas de pandemia comienzan a agudizarse en algunos rubros del comercio. Desde marzo a septiembre, varios locales gastronómicos debieron cerrar.
La pandemia no da tregua en esta parte del mundo y los distintos gobiernos tienen que lidiar entre la cuestión sanitaria y la economía. Bares ya sienten el impacto.
En el caso de la ciudad de Corrientes, el Ejecutivo provincial, pese al crecimiento de casos de coronavirus, decidió mantener la Fase 5 de la cuarentena. De esta manera, la mayorías de las actividades pudieron seguir funcionando. De todas maneras, hay sectores que sienten el impacto de los seis meses.
En la mañana de ayer época realizó una recorrida por los bares y restaurantes del centro y pudo verificar la escasa actividad.
El comerciante de calle Junín, Marcelo Fiat, fue consultado por las medidas tomadas por el Gobierno el pasado lunes y la actualidad del sector.
En primer término se refirió a la situación de los bares y comercios de ese paseo de compras. Comentó que aunque el servicio gastronómico cumple con las normas de seguridad epidemiológicas, se registra poco movimiento de clientes.
“Estamos viviendo la inestabilidad. La gente está con un poco de miedo, y económicamente nos afecta. Esta especie de sube y baja de casos y los controles que se dan en la calle hace que la gente no salga y a nosotros nos perjudica, a punto tal que algunos comercios ya cerraron sus puertas”, expresó Fiat en comunicación con unos de los periodistas de época.
“Con los últimos controles de la Policía en la peatonal, la gente desapareció, y nos perjudicó en las ventas, más allá de los protocolos que llevamos adelante al pie de la letra, vivimos en una incertidumbre total y no podemos programar nada, se viene el Día de la Madre, pero nosotros no podemos invertir en nuevas compras porque no sabemos si habrá movimiento de clientes. Es difícil continuar de esta manera”, concluyó el comerciante.