Los catarros, que pueden desvelar tanto a niños como a padres durante la noche, tienen un remedio analgésico casero para aliviarlos: la cebolla para la tos seca, tan popular como efectiva. Acá te contamos cómo practicarlo.
Los remedios caseros son prácticas que se pasan de generación en generación y tienen un fin terapéutico: aliviar algún síntoma leve.
Desde el té con miel, limón y jengibre para la garganta; la leche para calmar el ardor de las aftas; el algodón con alcohol bajo la axila para ayudar a bajar la fiebre; el aloe vera sobre las quemaduras del sol hasta baños de malva para las infecciones urinarias, existen un sinfín de recetas que nuestras abuelas nos transmitieron -con sólido convencimiento- de que en algo ayudan. Gran parte de ellas no tiene fundamento científico que le dé soporte, pero su efecto placebo funciona.
En esta ocasión, nos topamos con la cebolla para la tos. ¡Lo probé y funciona! Pese a su olor intenso, resulta que la cebolla redonda es un remedio casero -devenido en analgésico popular- que es recomendado por las familias para aliviar la tos seca de los niños, sobre todo, durante la noche.
Paso a paso: cebolla para la tos
Fuente de nutrientes, minerales y elemento base de riquísimas preparaciones culinarias locales, tiene un rol importante cuando de calmar la tos seca se trata.
Cortála en rodajas o al medio y colocala dentro de un bol. Situá en bol junto o debajo de la cama, o sobre la mesita de luz, a la hora de dormir. En algunos países, las personas introducen cebolla cortada dentro de sus medias y duermen con estas puestas.
Al estar cortada, la cebolla redonda libera su aroma que, al entrar en contacto con el aire, aliviarán la frecuencia de la tos.
Eso sí, el dormitorio quedará aromatizado durante de días, pero el remedio vale la pena probarlo.
