A la hora de cortar cebollas siempre tenemos el problema que desprende unos vapores que nos irritan los ojos y nos hacen llorar. Se han escrito ríos de tinta con consejos, trucos y secretos para evitarlo, pero la mayoría son aparatosos o no funcionan.
Sin embargo, como casi siempre, las soluciones más efectivas suelen ser las más sencillas. La cocinera estadounidense Zoe Barrie ha compartido recientemente un vídeo con algunas cosas que aprendió en la escuela de cocina.
Entre otras cosas, Barrie explica que para cocinar sólo hace falta un cuchillo de calidad que hará mucho más servicio que un montón de utensilios mediocres. Y con las cebollas, también lo notaremos.
El truco para no llorar cuando cortamos cebollas es que el cuchillo esté lo más afilado posible. Cuanto más afilado esté, menos fibras destruirá y menos gases lacrimógenos desprenderá. Si el cuchillo no corta lo suficiente, lo que hará es aplastar a las fibras y reventará más células de la cebolla, lo que liberará más vapores y nos dará más escozor a los ojos.
Por último, Zoe Barrie advierte que no debemos afilar los cuchillos con un palo de afilado como el que usan los carniceros, porque es como peinar el hilo, y quedará desigual. En su lugar, es necesario utilizar una piedra de afilar plana.