¿Eres feliz? La felicidad es uno de los grandes temas que el neuropsiquiatra Álvaro Bilbao aborda en su último libro Prepárate para la vida (2024). La ciencia de la felicidad ha avanzado mucho en los últimos años e intentado dar respuesta a estas preguntas. Pero definir la felicidad sigue siendo complejo. Álvaro Bilbao hablaba recientemente del tema en el foro de pensamiento Aprendemos Juntos de la Fundación BBVA. "La pregunta ¿eres feliz? es una pregunta que nos deja a todos confusos -explicaba- Y, la razón es porque es "una pregunta errónea y muy injusta. No podemos ser felices porque la felicidad es un estado de ánimo". Y añade: "Igual que no podemos ser cansados, igual que no podemos ser aburridos, igual que no podemos ser enfadados o igual que no podemos ser contentos. Podemos estar contentos, podemos estar enfadados, podemos estar alegres y podemos sentirnos felices".
La felicidad, la emociones y las hormonas
La psicología positiva define la felicidad como el estado de bienestar emocional que una persona experimenta cuando suceden cosas buenas en un momento específico. Pero en un sentido más amplio, la felicidad también responde a una evaluación positiva de la propia vida, de los logros obtenidos, ect. Pero hay algo fundamental: la verdadera felicidad no es la ausencia de sufrimiento, sino la capacidad de sobreponerse a él. Es aprender a gestionar el estrés con resiliencia, practicar la empatía, el agradecimiento y tener un propósito de vida.
En el contexto de la neurocinecia, la felicidad tiene mucho que ver con hormonas como la dopamina o la serotonina. Este enfoque ha llevado a un enfoque reduccionista de la felicidad como un fenómeno meramente biológico. Como explica el neurocientífico Dean Burnett, autor del libro El cerebro feliz, "hay una lógica muy superficial en esta manera de entender la felicidad". Y añade: "Desafortunadamente, esta lógica no sirve para sostener la enorme complejidad e interconexión de nuestros cerebros. Existe una gran cantidad de evidencia científica que demuestra que no basta con aumentar la dopamina para experimentar bienestar".
Entendiendo la dopamina: felicidad y placer son dos realidades distintas en nuestro cerebro
Según el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, muchas veces identificamos la sensación de felicidad y de bienestar con la sensación de placer. Pero, desde el punto de vista cerebral, son dos experiencias distintas. Las dos son muy agradables, pero, a veces, las confundimos, y lo que es peor, muchas veces buscamos el placer creyendo que, detrás del placer, vamos a encontrar la felicidad". La sensación de placer tiene más que ver con tener cosas o recibir cosas de los demás, señala. Por ejemplo comerte un helado o escuchar una canción. "La dopamina es un neurotransmisor que nos hace perseguir cosas que nos dan placer, pero en el momento en que la dopamina se acaba, y tiene una vida muy corta, lo que vamos a experimentar es más necesidad de dopamina",
El papel de la serotonina: la felicidad tiene que ver con experiencias compartidas
Según el experto, la felicidad suele venir de otro tipo de experiencias: las compartidas. "A diferencia del placer, la felicidad suele transmitir calma. Suele tener que ver más con compartir y con dar, en lugar de recibir, y es un sentimiento más profundo que activa lo que llamamos el sistema serotoninérgico, que circula en capas más profundas del cerebro y que, además, tiene una duración más larga". Y añade: "Cuando ayudamos a alguien, no solamente nos sentimos satisfechos cuando le estamos ayudando, sino que, también, cada vez que recordamos esa experiencia, tenemos esa sensación de calma, de bienestar y de satisfacción y lo podemos seguir recordando durante toda la vida y que, cada vez que lo recordemos, nos sentiremos calmados y nos sentiremos orgullosos o satisfechos de esa ayuda que hemos dado a una persona"
Fuente:https://www.telva.com/bienestar/psicologia/2024/10/10/6707a79d02136eee848b458c.html