No hay nada mejor que una breve siesta después de comer para relajarse y recargar energías. Pero si, alguna vez, te has sentido culpable por esas siestas diarias, no te preocupes: un nuevo estudio ha confirmado que las siestas con cierta regularidad durante el día pueden estar asociadas con un cerebro saludable.
El estudio, publicado en Sleep Health, analizó datos del Biobanco del Reino Unido que recopilaron información sobre la salud, la genética y el estilo de vida de 500.000 personas de entre 40 y 69 años. Los investigadores del University College London y la Universidad de la República en Uruguay evaluaron datos de 35.080 participantes del Biobanco del Reino Unido para ver si había una relación entre las siestas regulares y la cognición y la estructura cerebral.
Los resultados de la investigación encontraron una asociación entre las siestas regulares durante el día y un mayor volumen total del cerebro. ¿Qué quiere decir esto? Pues bien, el volumen total del cerebro es una medida de salud importante y puede ser un indicador del riesgo de mortalidad, según los científicos . Pero tenga en cuenta que no se encontró ningún vínculo entre las siestas diurnas y los resultados cognitivos y la memoria visual.
¿La siesta es buena para ti?
Este no es el primer estudio que analiza la siesta y los marcadores de salud y los resultados. Investigaciones anteriores del Journal of the American Geriatrics Society encontraron que las personas que dormían una siesta de 30 a 90 minutos recordaban mejor las palabras, un signo de buena memoria , que los participantes que no dormían la siesta o que dormían más de 90 minutos.
Investigaciones recientes adicionales sobre las siestas, encontraron que las personas que a menudo tomaban una 30 minutos o menos tenían un 21% menos de probabilidades de tener presión arterial elevada en comparación con las personas que no tomaban siestas.
¿Cuánto debe durar una siesta?
Ente mismo estudio sobre las siestas encontró que las personas que dormían siestas de más de 30 minutos tenían más probabilidades de tener un peso corporal más alto, niveles más altos de azúcar en la sangre y presión arterial alta. Otra investigación ha sugerido que las siestas excesivas durante el día pueden predecir un mayor riesgo futuro de Alzheimer.