El momento en la vida de las mujeres que comienza con la perimenopausia y culmina con la menopausia trae aparejada una sintomatología particular. Los cambios hormonales pueden provocan desde sangrados abundantes, hasta sofocones, dolores musculares u óseos o cambios de humor.
En el Día Mundial de la Menopausia es importante destacar que si bien este período de transición, natural en la vida de todas las mujeres, no suele requerir tratamiento; existen determinadas terapias para aliviar algunos de los síntomas que pueden llegar a aparecer.
Climaterio: menopausia, perimenopausia y postmenopausia
Antes que nada es importante diferenciar cada uno de los conceptos que se refieren a este período.
“El climaterio es la etapa de la vida de la mujer en la que se produce la transición entre la fase reproductiva y la no reproductiva, la cual culmina en la pérdida de producción de hormonas sexuales por parte del ovario”, explica Alejandra Belardo, jefa de Climaterio del servicio de Ginecología del Hospital Italiano.
Dentro de lo que se denomina climaterio, se producen distintos momentos: la perimenopausia, la menopausia y la postmenopausia.
En tanto, cuando se habla de la menopausia se hace referencia al momento preciso del cese permanente de las menstruaciones, o sea, la última vez que aparece. “Su diagnóstico se realiza cuando transcurre un año desde la última, cuya edad promedio es entre los 50 a 52 años”, acota la profesional.
En cuanto a la perimenopausia, es la etapa previa a la menopausia y se extiende hasta un año después de la última menstruación. “Sería el período alrededor de la menopausia”, detalla.
Por último, indica que tras la última fecha de menstruación, ocurre la postmenopausia. “Por lo general, su diagnóstico es clínico (con la falta de menstruación) y no es necesario el dosaje hormonal salvo en algunos pocos casos”, explica.
Síntomas del climaterio
Muchas son las consecuencias a nivel físico de la caída de los estrógenos y la progesterona en la mujer.
Si bien cada mujer puede transitar este período de manera diferente, la etapa en sí misma está asociada a los siguientes síntomas, que pueden incluir:
Períodos irregulares: los ciclos menstruales comienzan a ser más cortos, y la mujer puede estar más de 60 días sin menstruación. Pueden presentarse sangrados abundantes.SofocosCalores súbitosSudoración nocturnaAlteración en el sueñoInsomnioDolores y molestias musculares y/u óseasDisminución del deseo sexualCambios de humor como irritabilidad o desánimoSequedad vaginal que, por lo general, sucede algunos años después de la menopausia y otros como irritación, picazón vulvovaginal y dolor durante las relaciones sexuales.
Tratamientos
Belardo indica que por lo general las mujeres no necesitan tratamiento. Sin embargo, puede indicarse en determinados casos en los que se busque aliviar los síntomas propios de esta etapa.
“Es un traje a medida según las necesidades de cada una”, resume.
Terapia hormonal: es la recomendada para atacar los sofocos, que según da cuenta la profesional, es uno de los síntomas por los que más se consulta.
“El estrógeno es la opción más eficaz, se emplea por vía transdérmica (gel) u oral. Se utiliza con la dosis más baja efectiva y durante el período que sea necesario. La decisión de continuar o no con este tratamiento debería tomarla el profesional junto con la mujer informada, depende de objetivos específicos y estimación de los beneficios y riesgos”, explica.
También indica que este tipo de terapia también puede ayudar a normalizar el sueño, el estado de ánimo, la lubricación vaginal y los dolores articulares. “También protege al hueso de las fracturas y mantiene la salud cardiovascular”, detalla.
La terapia no hormonal, en tanto, incluye desde yoga, meditación, psicoterapia y otras terapias alternativas; hasta el uso de antidepresivos en bajas dosis.
“Pueden ser de utilidad en las mujeres que no desean tratamiento hormonal o que tienen alguna contraindicación como cáncer de mama o alguna enfermedad hepática activa, antecedente de trombosis u otro”, aclara la ginecóloga.
Ahora bien, ¿qué pasa si los síntomas no se tratan? “Por lo general, a medida que pasa el tiempo, los sofocos disminuyen. No ocurre lo mismo con lasequedad vaginal, que suele empeorar si no se consulta”, advierte Belardo.
En este sentido, añade que existe una amplia gama de tratamientos como lubricantes que se utilizan durante la relación sexual, geles hidratantes vaginales de uso diario y terapia hormonal local.
“Esta última terapia es más efectiva para la sequedad vaginal, se usa vía óvulos, crema o tableta vaginal, dado que actúa solo a nivel local porque se absorbe una muy mínima dosis. Además, la pueden utilizar la gran mayoría de las mujeres”, amplía.
La importancia de mejorar la calidad de vida
Si bien la preocupación por incrementar los niveles de calidad de vida debería estar presente en todas las etapas, lo cierto es que durante el climaterio resulta central.
"Para aumentar la longevidad pero también para prevenir enfermedades que se puedan desarrollar en el largo plazo por la falta estrogénica, como patologías cardiovasculares, obesidad, osteoporosis o alteraciones cognitivas”, subraya.
Y es que como advertía Sandra Magirena, médica especialista certificada en ginecología y sexología clínica, en una nota a Clarín, “las arterias están protegidas por los estrógenos, por lo que una vez que caen, el aparato que más sufre es el cardiovascular”, señalaba, y recomendaba a las mujeres hacer prevención previo a la menopausia.
Esto se logra mediante un cambio de hábitos en el estilo de vida: las principales pautas son mejorar la alimentación, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol.
“El otro sistema que se ve impactado es el osteoarticular, los huesos pierden densidad mineral, entonces si el hueso no estaba bien cuidado, es más probable que aparezca osteoporosis. Y por supuesto en todos los aparatos y sistemas se va a notar la baja de estrógenos. También es una edad en la que pueden aparecer cánceres, por eso los controles ginecológicos y mamarios son tan importantes”, añadió Magirena.
En este sentido, Belardo concluye que, en caso de realizar terapia hormonal, debe ser parte “de una estrategia global, que incluya recomendaciones de cambios de estilo de vida en relación con la dieta, ejercicio, cesación tabáquica y consumo consciente de alcohol”.