Tener una cita en la ciudad en pleno verano es un ejercicio de supervivencia climática sobre el asfalto. Pero, si tu agenda sigue haciendo match sin que las altas temperaturas sean un impedimento, existen planes con los que conoceros mejor sin morir derretidos al sol.
En el Barrio de las Letras, situado a espaldas de la milla de oro de lo museos, te propongo emprender un viaje sensorial que empieza con el aroma de los deliciosos dulces de la pastelería Motteau Bakery (Calle de San Pedro, 9), regentada por un ex publicista argentino que dejó todo para llevar este pequeño local siguiendo la tradición pastelera de sus ancestros normandos. Un verdadero pecado culpable a bocados son todos los dulces que prepara en su obrador cada mañana reinterpretando los clásicos originales de varias partes del mundo. El inconfundible aroma de la mantequilla francesa sobre el hojaldre de un croissant recién salido del horno inunda desde que se traspasa la puerta. Imposible decidirse entre sus tartaletas de limón, sus alfajores, sus financiers o sus cannelés, un esponjoso bizcochito originario de Burdeos, con un toque de ron. Imposible no perder el sentido proustiano con la barra de nueces pecanas, miel y vainilla... mirando a tu cita, claro.
